Francia y Suiza protagonizaron uno de los mejores duelos de la Eurocopa. El resultado fue 3-3 en los 90 minutos y sin modificaciones en el tiempo suplementario el pasaje a cuartos se definió en los penales.
Había pasado poco en las áreas cuando Suiza abrió el marcador. Fue Steven Zuber quien se animó a romper por izquierda y lanzó un centro al área que no parecía tener demasiado peligro, pero apareció Haris Seferovic con toda su experiencia para ganarle la posición al débil Clément Lenglet y meter un frentazo letal que venció a Hugo Lloris. Así, cuando nadie lo esperaba, el campeón del mundo se encontró en desventaja.
El tanto a los 15 minutos fue un golpe para el combinado galo pero pese a esto mantuvo la compostura en el medio e intentó ser más directo en ataque. Kylian Mbappé y Adrien Rabiot hicieron sudar a Yann Sommer con dos remates de afuera y demostraron que no necesitaban de juego asociado para crear situaciones.
En el entretiempo Didier Deschamps sacó a Lenglet y mandó a la cancha a Kingsley Coman, por lo que dejó tres defensores y demostró con esta modificación la necesidad de su equipo.
Antes de los 10 minutos del complemento Suiza se encontró con una situación ideal para ampliar la ventaja. Zuber fue nuevamente protagonista de una ofensiva esta vez en una contra que lo llevó hasta el área y al pisar la línea enganchó para hacer pasar de largo a Pavard. El lateral, inocente ante la acción, fue al piso y se llevó a puesto al suizo. El argentino Rapallini no vio infracción, pero el VAR corrigió su error y tras una revisión en la pantalla el árbitro cobró penal. Rodríguez se hizo cargo de la ejecución, pero Lloris le adivinó la intención y le tapó el tiro.
Francia reaccionó de inmediato y tras un aviso de Mbappé en un disparo que se fue cerca, apareció Benzema para estampar el empate. Fue el punta del PSG el que le filtró una pelota frontal entre los centrales y el delantero del Real Madrid pudo dominar la pelota de forma algo casual, ya que le había quedado atrás, y definió ante la salida de Sommer.
Suiza no pudo siquiera asimilar la igualdad porque a los dos minutos llegó el 2-1. Pogba recuperó alto y soltó para que Coman rompa por izquierda. Al en contra el hueco, el extremo filtró el balón para Griezmann quien en el área tiró una pared que Mbappé le devolvió de taco y al quedar mano a mano la picó. Sommer logró cachetear la pelota pero por el segundo palo entró Benzema para de cabeza estampar el tanto del triunfo parcial.
Con el marcador a su favor, el seleccionado campeón del mundo pudo por fin demostrar en el campo de juego de lo que es capaz. Aparecieron las asociaciones, el juego creativo en ataque, la seguridad defensiva que el seleccionado había demostrado en el Mundial de Rusia, cuando se coronó campeón. Quien estableció el 3-1 fue Paul Pogba a la media hora del segundo tiempo cuando recibió de frente al arco se acomodó y con su pierna derecha desenfundó un remate de media distancia que se clavó de un ángulo.
Cuando parecía que el cuadro galo se floreaba Suiza aprovechó un error de Coman, encontró el espacio por la derecha y con un nuevo centro al área Seferovic de cabeza puso el 3-2 y le dio vida a sus equipo.
Sobre el final el partido demostró por qué el fútbol es el deporte más popular del mundo. Al igual de lo que había pasado con Croacia más temprano ante España, Suiza pudo levantarse de un 1-3 y en el minuto 90 armó un contragolpe perfecto en el que Gavranovic, que había ingresado minutos antes, pudo encarar a Kimpembe, se acomodó para su derecha, se metió en el área y sacudió para el 3-3.
Si algo le faltaba al tiempo reglamentario es que en la última acción Coman pudo dominar la pelota en el área y con una volea fantástica la estrelló en el travesaño.
Lamentablemente para Francia, en el arranque del tiempo extra Benzema tuvo que abandonar el campo de juego mareado por un golpe en la cabeza. Olivier Giroud entró en su reemplazo. También se retiró Coman por una lesión muscular e ingresó Thuram.
Lo cierto es que en el tiempo suplementario ambos se mostraron erráticos en varias oportunidades lo que denotó el agotamiento en ambos conjuntos producto del esfuerzo. Y pese a que los galos estuvieron más cerca del cuarto tanto, el duelo terminó 3-3.