abril 19, 2024
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agosto 2, 2021 | 115 vistas

José del Carmen Perales Rodríguez.-

Cd. Victoria, Tam.-
Independientemente de la emergencia sanitaria global que representa la enfermedad covid-19, el personal de las unidades médicas que atiende a estos pacientes enfrenta afectaciones en su salud mental, que incluso trascenderían el fin de la pandemia.

Luis Carlos Ortega Tamez, especialista en neurología de esta Ciudad, señaló lo anterior y advirtió que a más de un año de iniciada, e incluso en su tercer rebrote, poco interés se ha tenido en brindarles atención para reducir el impacto en su vida familiar, profesional y social.

“La pandemia podrá ser controlada, pero los problemas de salud mental en el personal que vivió esta urgencia sanitaria persistirán en el mediano y largo plazo, por eso es prioritario detectar comportamientos indicativos de alteraciones en la salud mental e implementar estrategias que propicien su resolución”, precisa.

En su análisis publicado en su blog sobre los efectos negativos que ha tenido la pandemia en el personal, Ortega Tamez identifica entre otros el miedo a un padecimiento desconocido, su alto nivel de contagio, las carencias de personal e insumos, la carga laboral y la falta de empatía y solidaridad por parte de la sociedad

“Los trastornos emocionales surgen cuando una persona enfrenta una situación estresante por un tiempo prolongado, o esta es de mayor intensidad a la esperada y por lo tanto se vuelve difícil de manejar”, señala.

En el caso de la pandemia, añade Ortega Tamez, se presentan ambas situaciones y provocan que las reacciones emocionales y conductuales se tornen persistentes, dando lugar a síntomas de ansiedad o depresión.

“Entre los síntomas más frecuentes están sentimientos de tristeza, desesperanza o no disfrutar cosas placenteras, llanto sin motivo aparente, preocupación continua, ansiedad y tensión mental, trastornos del sueño, conductas alimentarias como la falta de apetito o atracones, dificultad para concentrarse”, detalla.

Sin embargo, agrega, pueden ser más graves, como el deseo de morir o conductas autolesivas, abuso de sustancias como alcohol, tabaco, estimulantes o ansiolíticos, síndrome de estrés postraumático, que incluye pensamientos intrusivos frecuentes (sueños y/o recuerdos muy vívidos)

“Son muchos los factores y las circunstancias que ponen a prueba los mecanismos emocionales de manejo, regulación y adaptación a un ambiente laboral cambiante, volviéndose el personal altamente vulnerable a presentar síntomas físicos y emocionales de estrés, elevando la posibilidad de cometer errores, en algunos casos de consecuencias fatales”, concluye.

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