diciembre 13, 2024
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agosto 3, 2021 | 141 vistas

A estas alturas, los problemas de la franquicia de “The Purge” -conocida en Latinoamérica inicialmente como “La Noche de La Expiación”, luego como “12 Horas para Sobrevivir” y ahora quizás como “La Purga”– ya son endémicos. Las dificultades se repiten y consisten básicamente en lo siguiente: las ideas, a menudo ingeniosas o con bastante potencial, no son ejecutadas a la misma altura.

De ahí que no sorprenda que “La Purga por Siempre” no pase nunca de un nivel discreto, aún en sus mejores momentos. En esta nueva entrega, en Estados Unidos los Nuevos Padres Fundadores han retornado al poder e inmediatamente restauran la Purga Anual. Sin embargo, las cosas no salen como se esperaba, ya que un grupo de gente, a lo largo y ancho del país, se convencen de que la matanza no debe terminar al amanecer, sino que debe continuar.

El relato se focaliza entonces en una familia de rancheros de Texas y un grupo de inmigrantes mexicanos que trabajan con ellos, que deben emprender una huida desesperada hacia la frontera con México. Los caminos migratorios se invierten, mientras todo el territorio estadounidense entra en caos, con las fuerzas del orden desbordadas y los partidarios de una purga eterna cometiendo crímenes por doquier. Si el planteo es interesante a partir de cómo le da una vuelta de tuerca a la premisa distópica de la saga, también es riesgoso por cómo deja todo abierto.

Lo cierto es que el filme de Everardo Gout, casi desde el comienzo, entra en casi todos los lugares comunes posibles, presentando mexicanos de intenciones puras, recontra laburantes, solidarios entre sí y con los demás; blancos sureños resentidos y racistas hasta rozar la caricatura; o a lo sumo personajes de diferentes procedencias que tienen muy claro todo lo que está bien o mal en Estados Unidos, y que ya hemos oído hasta el cansancio. La voluntad de quedar alineada con la agenda completa de la corrección política, que incluye bajadas de línea feministas, que se suman a las socioeconómicas y migratorias.

Toda la carga ideológica -que no esquiva varias contradicciones y facilismos en su retrato de las relaciones entre clases sociales- conspira en demasía contra un relato que, mal que mal, se logra sostener como thriller de acción. Hay que reconocerle a Gout algunos hallazgos de puesta en escena, como la de un caótico recorrido a pie de los protagonistas por las calles de la ciudad El Paso, donde la utilización del plano secuencia, las sombras y el fuera de campo construyen una secuencia de marcada tensión y dinamismo.

Sin embargo, por más que “La Purga por Siempre” quiera mostrar originalidad en su apuesta, termina por hacerse predecible y ya en los últimos minutos se le agotan las ideas, hasta arribar a un cierre demasiado tranquilizador. Tampoco llega a extremos molestos o irritantes, pero es una nueva muestra de una franquicia cuya inventiva es limitada y sus resultados definitivamente superficiales.

Mi ocho de calificación a esta más que buena y correcta cinta que se sitúa en la actual frontera de la corrección política. Puede que su creador James DeMonaco se sienta muy satisfecho de sí mismo estos días: las circunstancias le han empujado a equipararse con Chuck Palahniuk, toda una leyenda en el ilustre deporte de desentrañar la neurosis estadounidense como profeta del apocalipsis. Antes de que el seis de enero de 2021 partidarios de Donald Trump asaltaran el Capitolio en contra de un hipotético fraude electoral, el ideólogo de El Club de La Pelea (1999) había descrito una escena similar en su última novela, “El Día del Ajuste”.

Más o menos a la vez, DeMonaco se encontraba desarrollando con su nuevo guion la posibilidad de que una revuelta popular se amparase en el mentorazgo de los poderes conservadores de Estados Unidos para a continuación zafarse de él, y hacer cundir el caos. El creador de “The Purge”, una de las franquicias más exitosas de la compañía fílmica Blumhouse, empezó a escribir “La Purga por Siempre” cuando ya el concepto parecía agotado.

“La Purga por Siempre” es el quinto largometraje de la saga y segundo que no dirige DeMonaco, aquí dándole espacio al director mexicano Everardo Gout que tuvo que retrasar su estreno previsto para verano de 2020 todo un año. Si esta es de momento la última cinta de la franquicia, es un cierre más que bueno y digno.

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