Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Violeta Cervantes y Daniel Aguirre, de la Barra de Abogados de Victoria, llamaron a la ciudadanía a denunciar los casos de violencia institucional para acabar con la impunidad.
Cervantes explicó que la violencia institucional es un término acuñado desde el 2004, debe de englobar un análisis de fondo con el que se argumente con cifras y datos precisos de las veces que se ha cometido por parte de un funcionario, en específico hacia un ciudadano.
Añadió que la violencia institucional está enmarcada prácticamente en la exclusión y la violación a los derechos humanos de manera reiterada, clandestina o en complicidad de la misma autoridad superior y cometida por un mismo ente.
Sin embargo, coincidió en que el límite de ese tipo de violencia lo pone la misma sociedad al hacer valer mecanismos importantes, como la denuncia, que administrativamente puede imponerle sanción al que la cometa.
Es por ello que la denuncia es primordial al sentirse violentados.
“Administrativamente se puede pedir sanción… la cuestión de la denuncia es sumamente importante, se puede acudir a las áreas administrativas, a la Contraloría municipal, estatal o a la Función pública, que son mecanismos que se han creado para que ciudadanos como nosotros los utilicemos y para que a un funcionario se le impute una responsabilidad, solo hay que denunciar”.
Y aseguró que la violencia institucional, aunque con reservas, debe definirse así, puede generarse desde cualquier ámbito, tanto el de seguridad o el de la salud.
“La característica radica en que se cometa clandestinidad, que sean encubierta, por el mismo sistema, en fin, esta práctica tiene sus otros segmentos, no es solo aventurarnos a decir que por no atenderme es violencia institucional, necesariamente debe estar bien argumentada”.
Añadió por su parte Daniel Aguirre, que al utilizar el concepto de institucional es porque tiene que ser permanente, la característica es que esté sustentado en una ley, que crea que exista, que sea periódicamente, que se repita, habrá que ver si se repite.
Por eso, “tenemos que abrir muy bien los oídos y ojos para poder afirmar que los actos de funcionarios caen en la violencia institucional”.
