Diego López Bernal.-
Cd. Victoria, Tam.-
En medio de la gran crisis social provocada por la pandemia del covid-19, así como la creciente corrupción evidenciada por El Diario en su edición del martes pasado, resultan urgentes nuevos modelos de atención que permitan trabajar desde ahora en algo que inquieta aún más a especialistas: la inminente e incierta etapa post-pandemia.
Al ser cuestionado sobre los 320 mil actos de corrupción ciudadano-gobierno que se cometen al año en Tamaulipas y el desinterés de la ciudadanía por la consulta popular del pasado domingo para enjuiciar a expresidentes, el investigador Luis Humberto Garza Vázquez advierte sobre los cambios sociales y el desprecio de las autoridades por buscar nuevos esquemas de enfrentarlos.
La preocupación es compartida por expertos tanto de su área de especialidad como de otras; ¿qué hacen los gobiernos para prepararse a los nuevos tiempos que nos traerá la post-pandemia?, dado el impacto negativo en todos los ámbitos, es decir, en lo personal, familiar, comunitario, ya sean educativos, políticos o de cualquier otro sector social.
Hablar en este contexto de la corrupción como anti-pilar social es motivo para poner en la agenda política la urgencia de cambiar la forma de ejercer la administración pública, pero ahora buscando puntos de unión y hacer a un lado la confrontación, que entorpece cualquier esfuerzo de combate a los graves problemas que ya tenemos encima y que podrían empeorar.
“Los dos temas de los que hablamos (el covid-19 y la corrupción) van muy de la mano; por lo que hace a esta situación de la pandemia son tiempos en los que más que nada debemos buscar la unión, fortalecer las redes familiares y sociales…
“Sobre la corrupción sabemos que como sociedad siempre hemos buscado superar este problema de la corrupción e impunidad; de ahí la importancia de la consulta popular que ha llevado a debates a confrontaciones; sin embargo…
“Yo soy de la idea de que sobre esto también debemos contemplarlo para buscar estrategias, alternativas para superar la corrupción”, citó con claridad Garza Vázquez.
CONTEXTO 1. LA PANDEMIA
En medio de una manifiesta negativa de asociaciones de maestros y padres de familia a sostener la idea de regresar a clases el próximo 30 de agosto, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca sostuvo el viernes pasado que así se hará, pero tomando en cuenta las condiciones de cada municipio respecto a la pandemia. Horas más tarde fueron confirmados 208 casos más de covid-19 en Tamaulipas durante la jornada previa. Doce fallecieron.
Dos días después, el domingo uno de agosto, el Gobierno del Estado dio a conocer el más reciente Acuerdo mediante el cual se establecen los Lineamientos de Seguridad Sanitaria y de Salud, en los cuales se flexibilizaron horarios y condiciones para diversos comercios y servicios de nuestra entidad. Ese día se confirmó que 150 personas más se contagiaron del coronavirus y cinco más fallecieron.
Y así, mientras los Lineamientos de Seguridad Sanitaria se relajan los contagios no ceden en Tamaulipas, abriendo un debate inmediato sobre si se está haciendo lo correcto, tomando en cuenta además el inminente plan del regreso a clases, pero sobre todo, las voces de alerta del alto impacto de la pandemia en México.
“Definitivamente no estábamos preparados como sociedad para enfrentar una situación como esta pandemia, lo cual ha impactado en todos los aspectos, nos ha impactado a nivel personal, familiar, escolar, comunitario, económico, político, en todos”, señaló el investigador Garza Vázquez.
CONTEXTO 2. LA CORRUPCIÓN
El uno de agosto solo el 6.49 por ciento de los ciudadanos tamaulipecos inscritos en el padrón electoral acudieron a las casillas instaladas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para emitir su respuesta a la consulta popular que buscaba enjuiciar a los cuatro últimos expresidentes de la República.
Desde el comienzo de este gran debate nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador había dejado en claro que el objetivo de este ejercicio democrático era llevar a juicio a los exmandatarios por los delitos que hubieran cometido, escudándose en el combate a la corrupción. A nivel nacional, solo siete de cada cien mexicanos acudieron al llamado.
Dos días después este medio de comunicación entregaba a la sociedad otro panorama sobre la corrupción. “En Tamaulipas se cometen al año más de 320 mil actos de corrupción ciudadano-gobierno, según la última medición de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (Encig).
“Esto indica que diez de cada cien personas ha estado inmiscuida en una acción corrupta, sobre todo para la realización de trámites en las dependencias gubernamentales (…) En las opiniones de satisfacción provistos por el Gobierno estatal, el 37 por ciento opinó que al menos en una ocasión enfrentó un acto de corrupción”. (El Diario, 1A, martes tres de agosto.)
“Dentro del enfoque de la resiliencia, a la corrupción precisamente se le considera un anti-pilar; por eso en un momento dado al hablar de la resiliencia comunitaria hay resistencia por parte de los responsables de las políticas gubernamentales”, señaló al respecto nuestro entrevistado.
CAMBIO URGENTE
Estos problemas (la nueva crisis social por covid-19 y la eterna corrupción) han agudizado las confrontaciones en México, y a Tamaulipas en particular, por lo que representan la oportunidad para que los investigadores como Luis Humberto Garza Vázquez planteen la necesidad de dar un viraje en las políticas públicas y la forma de actuar de los actores políticos.
“Esta crisis nos lleva a buscar alternativas, estrategias de intervención acordes a esta situación; entre ellos, yo soy de la idea, con base en mi línea de investigación-acción de casi 20 años, que debemos buscar estrategias sustentadas en modelos más acordes a lo que representa la pandemia del covid-19”, señaló.
“¿Cuál es este modelo? Pues exactamente el de la resiliencia, la capacidad que tiene el ser humano para enfrentarse a las crisis, a la adversidad y salir adelante a pesar de esta crisis; son tiempos de buscar nuevas formas de abordaje a los problemas que se nos están presentando”, abundó Garza Vázquez.
Asimismo, señaló la urgente necesidad de fortalecer las redes que ayudarán a superar esta crisis, particularmente entre los gobiernos y las universidades del país, tanto públicas como privadas, “para buscar a las personas (que no son pocas) que están haciendo este tipo de estudios sobre el impacto que tiene la pandemia en todos los ámbitos”.
“Y el reto más bien exactamente es buscar las intervenciones de la post-pandemia; entonces, hay mucho, pero mucho, que hacer al respecto”, consideró el especialista en resiliencia e investigador.
CONCLUSIÓN
Para terminar con la entrevista concedida a El Diario de los Bien Informados, el investigador Garza Vázquez puntualiza: “Van muy de la mano tanto la cuestión de la corrupción como la pandemia…
“Por lo tanto, como sociedad tenemos que buscar los puntos que nos unen; que hay diferencias, indudablemente pues eso es vivir en una sociedad democrática, sin embargo aquí debemos unir esfuerzos, voluntades, gobierno y sociedad”, puntualizó.
Por último, enfatizó en la necesidad de que los gobiernos deben de sumar a todas aquellas instituciones que tienen mucho que aportar, como son las universidades públicas y privadas.
El reto está ahí, solo falta la voluntad de la clase política para ponerse manos a la obra ante los grandes problemas que se ciernen sobre las sociedades como la tamaulipeca.