El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) respaldó el llamado a reanudar las clases presenciales, pese a la pandemia de coronavirus, al coincidir con la Unicef en que se deben retomar los hábitos previos al confinamiento para mejorar el estado de ánimo de niños, niñas y adolescentes. “
Tener contacto con pares y con personas adultas que no son sus madres o padres, salir y jugar, les permitirá dejar de sentirse aislados y desarrollar de manera correcta su independencia y socialización”, aseguraron a través de un comunicado.
Al respecto, el SNDIF alertó que el uso excesivo de pantallas utilizadas para la educación a distancia, la comunicación y el entretenimiento, a más de un año de contingencia sanitaria en México, han representado también un riesgo por la falta de actividad física y el consecuente aumento en las probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad.
Por otra parte, expertos han detectado que niñas, niños y adolescentes presentan mayor irritabilidad, angustia, ansiedad, problemas de concentración y motivación, síntomas depresivos, alteración del sueño y del apetito, así como preocupación por su futuro, lo que incrementa el número de intentos de suicidio y riesgo de vulnerabilidad frente a la violencia en los hogares.
De acuerdo con el sondeo Impacto del Covid-19 en la salud mental de adolescentes y jóvenes, realizado por Unicef en América Latina y El Caribe, el 27 por ciento de las y los participantes reportó sentir ansiedad y 15 por ciento depresión. Para el 30 por ciento de ellos, la principal razón que influye en sus emociones es la situación económica.
En tanto, 46 por ciento reportó tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba, mientras que el 36 por ciento dijo sentirse menos motivado para llevar a cabo labores habituales; 43 por ciento de las mujeres se siente pesimista frente al futuro, y 73 por ciento ha sentido la necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico y mental, sin embargo, 40 por ciento no pidió apoyo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia de la covid-19 ha perturbado o interrumpido los servicios esenciales de salud mental en 93 por ciento de los países, mientras que la demanda de apoyo a la salud mental está aumentando, lo que requiere del fortalecimiento de acciones de prevención y atención a esta problemática de salud pública.
