Diego López Bernal.-
Cd. Victoria, Tam.-
El impacto real de la pandemia de covid-19 es un tema aún en análisis por parte de diversas instituciones, organizaciones no gubernamentales y núcleos académicos, pero que ya presenta resultados preliminares, sobre todo desde el punto de vista económico, particularmente en la pobreza.
Esta situación tiene sus orígenes en la falta de programas para atacar la pandemia de covid-19, así como deficiencias en los sectores de salud y educación, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
Similar pronunciamiento han realizado académicos tamaulipecos; Luis Humberto Garza Vázquez advirtió en entrevista exclusiva para El Diario MX a comienzos de agosto sobre los cambios sociales y el desinterés de las autoridades por buscar nuevos esquemas de enfrentarlos.
Tamaulipas no es ajeno a las consecuencias de esta crisis sanitaria y el incremento en la pobreza es uno de los impactos más sentidos entre la población, pues el coronavirus truncó todo tipo de proyectos, tanto comunitarios como familiares o personales.
Apenas el pasado nueve de agosto este medio publicó que la pobreza en la entidad aumentó; el desglose de datos indica que 28 mil 600 personas cayeron en pobreza, dos mil 500 lograron salir de la pobreza moderada pero 31 mil cien más entraron al rango de pobreza extrema.
Son datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre el comparativo de las condiciones de pobreza de 2018, es decir, antes de la pandemia, y 2020, ya en plena contingencia sanitaria por el covid-19. A nivel nacional la pobreza aumentó en el mismo periodo de tiempo en dos por ciento y la extrema en 1.5,
El organismo del sector empresarial advierte que las carencias en los servicios de salud y de educación también incidieron en el impacto económico en los mexicanos; por ello, los retos por venir serán mayúsculos.
“Si no se revierten rápidamente los factores señalados, los efectos en el ingreso futuro de los hogares y en el desempeño de la economía serán fuertemente nocivos, principalmente por su impacto negativo en la productividad, debido a deficiencias en la salud y educación del capital humano del país”, advirtió el Ceesp.
En el mismo sentido se pronunció en su momento el investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT); Garza Vázquez señaló que la etapa post-pandemia que se avecina ha de ser un llamado urgente a los gobiernos, para actuar desde ahora ante los escenarios que dibuja el referido organismo del sector privado.
PROPUESTAS TAMAULIPECAS
“La pobreza es un factor de riesgo que organismos internacionales, nacionales, los investigadores lo toman como uno de los principales factores que ponen en peligro el desarrollo humano”, advirtió el académico tamaulipeco ayer sobre los señalamientos del Ceesp.
“Inclusive las Naciones Unidas hizo un llamado a sus miembros para que aborden los problemas sociales con la resiliencia, sobre todo para atenuar el problema de la pobreza”, abundó al reiterar el enfoque de sus estudios de las últimas dos décadas.
Además sobre este problema que según el organismo empresarial está lejos de atenuarse si los gobiernos no cambian sus políticas, Garza Vázquez recuerda que “incluso la Secretaría de Bienestar advierte que la pobreza constituye una realidad que vulnera la vida humana y la pérdida del potencial de las personas para existir y actuar”.
Así, el combate a la pobreza toma otras dimensiones y es un reto para todos, como sociedad en conjunto, pero principalmente para los sectores público y privado, y las instituciones de educación deben jugar un rol importante, sobre todo las universidades.
“Las instituciones de educación superior son las que tienen a los profesionistas que pueden realizar los estudios, tanto de la pobreza como de los factores que tenemos que tomar en cuenta para evitar que se siga incrementando”, considera Garza Vázquez.
Al dejar en claro que es una situación no privativa de Victoria o del país, sino que es un problema mundial, el investigador apuesta a que desde las universidades se realicen los estudios necesarios para los tres órdenes de gobierno.
“Se pueden elaborar planes, programas y proyectos acordes a esta nueva realidad que debemos afrontar en la post-pandemia; también en un momento dado capacitar y asesorar a las personas responsables de ejecutarlos y darle un seguimiento a las nuevas estrategias, para ser las correcciones pertinentes al evaluarlas”, abunda nuestro entrevistado.
Garza Vázquez reitera que “no son tiempos para buscar culpables, son tiempos para buscar alternativas de solución, estrategias que nos permitan salir adelante, fortalecidos ante esta situación que estamos viviendo hoy en día”.
Por último, recuerda que la pobreza y la pandemia son un problema multifactorial, multidimensional, “por lo que es difícil abordar una solución que se diga ‘¡esta es la solución!’, porque intervienen elementos políticos, sociales, económicos, culturales, entre otros muchos”.
Como un dato a destacar por parte del Coneval en su informe de este año es el porcentaje de mexicanos que enfrentan carencias para tener acceso a los servicios de salud; en 2018 este problema lo afrontaba el 16.2 por ciento de la población y al iniciar el presente año el porcentaje se disparó hasta 28.2. De ese tamaño es el reto de la pobreza.