Diego López Bernal.-
Cd. Victoria, Tam.-
Una buena temporada de lluvias trajo alivio al fin este verano a la Capital de Tamaulipas, que en medio de una intensa sequía afrontó nuevamente este 2021 una crisis severa por escasez de agua potable; pero la temporada de seca terminó, es la buena noticia.
Apenas el 15 de julio pasado, Ciudad Victoria salió de un ciclo climático que la afectaba desde el 15 de octubre de 2020, cuando el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la clasificó en condición anormalmente seco.
Otros factores climáticos al inicio del ciclo de sequía en esta Capital indicaban que ese mes de octubre del año pasado Tamaulipas registró lluvias mensuales promedio de apenas 17.6 milímetros (mm) y la temperatura media estatal fue de 25.4 grados centígrados (°C).
Así transcurrieron cuatro meses y medio, en esta clasificación oficial de anormalmente seco, por la ausencia de lluvias, pero el 28 de febrero del presente 2021 el panorama cambió; la Capital del Estado cayó oficialmente en sequía severa.
Las condiciones del clima había comenzado a empeorar al inicio del año, sobre todo en cuanto a la cantidad de lluvias promedio en la entidad, las cuales se redujeron a 13.3 mm, aunque la temperatura era un tanto generosa, con 18.3°C.
Sin embargo, y para fortuna de todos, solo dos meses y medio duró la sequía severa ya que para el 15 de mayo del presente año había pasado lo peor para los victorenses; en esa fecha la dependencia federal indicó que la sequía se redujo a moderada.
En ese quinto mes del año, el reporte de la Conagua revelaba que había comenzado lo mejor de la temporada de lluvias pues la cantidad de mm en la entidad fue de 99.9, aunque el calor también iba en aumento, al llegar al promedio estatal de 28.2°C.
En estas condiciones Victoria ya solo estuvo un mes y medio; el 30 de junio se regresó a la clasificación de anormalmente seco y en esta nada más duró medio mes; el 15 de julio al fin terminó la sequía y las condiciones se mantienen hasta la actualidad.
Así, el cierre del ciclo de sequía 2020-21 ya mostraba condiciones climáticas menos severas, pues los 168.8 mm de lluvias en Tamaulipas lograban aminorar el impacto del momento de más calor en lo que va del año; el mes pasado, la entidad registró 28.6°C en promedio.
NI TAN LARGA, PERO… EL AGUA
La temporada de sequía de la que apenas acaba de salir esta Capital estuvo lejos en duración con relación al ciclo inmediato anterior, pues el referido Monitor de la Conagua registra que del 31 de enero de 2019 al 15 de mayo de 2020 estuvo en alguna de las clasificaciones antes mencionadas.
Es decir, la sequía de 2019 a 2020 duró 15 meses y medio, que contrastan con los nueve que se prolongó la más reciente y que apenas terminó hace un mes, gracias a las lluvias registradas en la región.
Sin embargo, los medios de comunicación como El Diario MX han dado puntual seguimiento a la sequía, particularmente en esta Capital, por un motivo fundamental: el desabasto de agua potable para los victorenses.
Esta escasez del líquido vital dio otra dimensión a la ausencia de lluvias en la región; lo que está en juego aún es la disposición para consumo humano ya que la presa Vicente Guerrero redujo su nivel de almacenamiento, al grado de que las tomas del acueducto bombeaban agua con sedimentos.
La otra fuente de abastecimiento también estaba en serios problemas; los pozos que abastecen a la zona poniente de Victoria reducían cada vez más sus niveles conforme la sequía fue avanzando en los nueve meses de condiciones adversas.
Muchas han sido las voces de los victorenses que se han pronunciado de manera frecuente sobre esta problemática agravada por los nueve meses de sequía, tema tan socorrido que fue una tentación inevitable para los candidatos en las campañas pasadas.
A reserva de lo que hayan dicho los candidatos al respecto, en los medios se conocía la postura de los líderes de los diversos sectores, como los empresariales, a quienes impacta directamente el problema; por ejemplo, Eduardo Salmán Orozco advirtió a inicios de mayo:
“La falta de agua es un tema que se ha estado teniendo desde hace un tiempo (…) tenemos comercios que han estado teniendo falta de agua actualmente”, señaló el Presidente de la Cámara Nacional de comercio (Canaco) para admitir que el desabasto resta competitividad al sector e inhibe la llegada de inversiones.
La parte oficial también ha hecho suya la tendencia informativa, sobre todo desde la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas; Javier Pinto Covarrubias no ha evadido el tema desde que tomó las riendas de la CEAT, poniendo énfasis en los estragos de la sequía la región.
Apenas el 21 de junio pasado el Director General de la dependencia admitió que la falta de agua puede ocasionar problemas en el corto, mediano y largo plazo, de ahí la importancia de crear conciencia, “porque no hemos salido del problema que se arrastra a raíz de la sequía y el cambio climático, que ha ocasionado, entre otras cosas, la ausencia de lluvias”.
Sin embargo, la situación ha cambiado, como lo demuestran los datos oficiales de la Conagua con el fin de la sequía y una buena temporada de lluvias, que tuvo en junio y julio su mejor momento, con 116.5 y 168.8 mm en promedio en toda la entidad.
UN VISTAZO A LA CUENCA GOLFO NORTE
Al continuar con el desglose de los datos de la Conagua, en el Monitor de Sequía, la Cuenca Golfo Norte, a la que pertenece Ciudad Victoria, registraba un alto porcentaje de afectación el 15 de octubre de 2020, cuando inició el ciclo en esta Capital.
Dicha cuenca comenzaba los meses de condiciones adversas con 53.8 por ciento del territorio anormalmente seco y con 17.9 por ciento en sequía moderada; así, solo se salvaba el 28.3 por ciento de la región de estas condiciones.
Para el 28 de febrero las condiciones no mejoraban pues el promedio de la demarcación en anormalmente seco era de 23.6 por ciento, mientras que el 57 por ciento presentaba sequía moderada y ya había severa en el 19.3 por ciento. En total, el 99.9 por ciento de la cuenca estaba en condiciones adversas.
El 15 de mayo la situación no era tan distinta con solamente el 2.5 por ciento sin afectación; predominaba la sequía moderada, con 46.3 por ciento, la severa se presentaba en 35.7 por ciento de la demarcación.
Los datos de la Conagua revelaron entonces que en el 0.4 por ciento de la Cuenca Golfo Norte había ya sequía extrema y anormalmente seco estaba el 15.1 por ciento del territorio.
Dos meses después, gracias a los 116.5 mm de lluvias promedio en la entidad en junio y a los 168.8 de julio pasado la sequía al fin cedía en esta región de Tamaulipas.
El Monitor del Gobierno federal presentó datos de alivio: la sequía moderada solo se presentaba en el 13.6 por ciento de la cuenca mientras que el 19.9 estaba anormalmente seco, lo que significaba que la sequía terminó en el 66.5 por ciento de la región, encontrándose al fin Ciudad Victoria entre los municipios libres de esta afectación climática.
DISPOSICIÓN DE AGUA
El fin de la sequía mejoró el panorama para Ciudad Victoria, aunque la distribución del agua se mantiene como uno de los temas más sensibles de la agenda informativa en esta Capital; las protestas son frecuentes.
El mes pasado hubo dos bloqueos al libramiento Emilio Portes Gil; habitantes de colonias con desabasto, como la Tomás Yarrington, la Bethel, Esperanza y Altavista demandaron la atención de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) el 20 y 26 de julio.
Un vistazo a la principal fuente de abastecimiento de la Ciudad permite ver que esta situación no tendrá una solución al corto plazo, pues la presa Vicente Guerrero no ha mejorado sustancialmente su almacenamiento, lo que enciende las alertas para las autoridades.
Al viernes pasado, la presa ubicada en el municipio de Padilla registraba un almacenamiento del 37.5 por ciento, al contar con mil 467 millones de metros cúbicos cuando su nivel de aguas máximas extraordinarias es de cinco mil 498 y el ideal de operación es de tres mil 910.
Como referencia, un comparativo con agosto del año pasado deja ver el grado de afectación de la sequía en esta región de Tamaulipas, pues en ese entonces la Vicente Guerrero registraba un 50 por ciento de almacenamiento, producto de los mil 985 millones de metros cúbicos que contenía, y para febrero de este año ya se encontraba al 46.6 por ciento
Así luce el panorama para Ciudad Victoria con el fin de la sequía, sin niveles de afectación climática actualmente por este fenómeno pero arrastrando aún la poca disponibilidad de agua, tanto para consumo humano como para la producción en el sector agropecuario.
Hace apenas 15 días un experto en materia hidráulica, al dejar en claro que la mejor solución para el desabasto de agua de la Capital es la segunda línea del acueducto, advirtió: “Cualquiera otra acción es perder el tiempo y los victorenses no estamos para eso. Y no hay agua en la Capital”, dijo Raúl Quiroga Álvarez.