Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Con los números de contagio que maneja la Secretaría de Salud, persiste la desconfianza para enviar a los niños a la escuela, en el regreso a las clases presenciales, consideró Miguel Ángel Tovar Tapia.
El presidente de la Asociación Estatal de Maestros y Padres de Familia insistió en que mandar de manera voluntaria los papás a sus hijos a la escuela, a partir del 30 de agosto, y que los maestros reciban a los alumnos, no es garantía de que los menores no lleven contagio.
Por tanto, insistió en la necesidad de que a la entrada de las escuelas haya presencia de personal especializado en medicina humana, reclamo que ha estado haciendo desde hace años la Asociación en el país, incluyendo Tamaulipas.
“Más allá de que al interior de las escuelas exista un dispensario médico bien suministrado de fármacos, es necesario que esté personal de los centros de salud más cercanos al plantel, para que hagan ese tipo de verificaciones”, aseveró.
Planteó que la Secretaría de Educación formalice un convenio de colaboración con Universidades que tengan la carrera de medicina o enfermería, para que parte de los alumnos realicen su servicio social al interior de las escuelas para identificar síntomas de covid-19, toda vez que los maestros no son expertos en medicina.
Convino en que todos quisieran el regreso a las clases presenciales, pero bajo medidas rigurosas de seguridad en salud, para no poner en riesgo a los alumnos, los maestros, directivos y padres de familia.
En lo personal, consideró que pese a las medidas y protocolos implementados por la Secretaría de Salud y Educación para el regreso a clases presenciales en municipios donde el semáforo epidemiológico está en verde, amarillo o naranja, persiste el riesgo de contagio.
Recordó que los contagios al día no están controlados en una tercera ola que ha puesto en evidencia picos más altos como alarmantes, en donde Tamaulipas no es la excepción.
Insistió en que debe haber una forma de control entre todos, sino cada vez estará más lejana la posibilidad de regresar a clases presenciales de manera segura.