mayo 21, 2024
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agosto 22, 2021 | 126 vistas

El asesinato masivo ocurrido el 22 de agosto del 2010 en San Fernando, Tamaulipas, cobró relevancia por el número de víctimas mortales, 72 migrantes, y la saña con que sus victimarios la cometieron.

Hoy a 11 años de la masacre, el municipio de San Fernando, especialmente para los migrantes que desde países de Centroamérica buscan llegar a Estados Unidos, aún es sinónimo de muerte.

En este municipio, no hay una persona que no conozca la historia ocurrida entre el 22 de agosto en una bodega en el ejido El Huizachal, donde aún prevalece el miedo para hablar de esos temas.

Fredy Lala Pomadilla, joven ecuatoriano que logró burlar la muerte la noche de ese 22 de octubre, relató que los delincuentes los trasladaron a un galerón donde los amarraron en grupos de cuatro por la espalda y los tiraron al piso, donde les dispararon.

El joven huyó del lugar cuando escuchó que los pistoleros se fueron, junto a otro joven hondureño, Noé Martínez, pero se separaron en el camino y Fredy Lala caminó por horas hasta que encontró a unas personas que no quisieron ayudarlo, hasta que encontró a elementos de la Marina que lo apoyaron y a quienes les relató lo sucedido con el resto del grupo de 58 hombres y 14 mujeres, que fueron asesinados.

Con información de: milenio.com

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