Diego López Bernal
¿Ha notado últimamente que un antojo de guacamole es un lujo para muchos ya inalcanzable? El Índice Nacional de Precios al Consumidor lo confirma, pues tres de sus cuatro elementos básicos están entre los de mayor aumento en la primera quincena de agosto.
Para empezar, lo elemental e indispensable, el aguacate es el producto que registró la segunda mayor alza del mes; cualquier ama de casa pudo notarlo, y a reserva de que algunas tiendas suelen especular y aumentar de más, este mexicanísimo producto incrementó su precio en 8.98 por ciento, respecto al día último de julio.
Al ser de paladar exigente, no hay mexicano que se jacte de comer un guacamole con toda la mano, es decir, con suficiente pico de gallo, por eso ha de usar bastante chile serrano, ese que anda por las nubes pero aún así no puede faltar en nuestro folclórico gusto de este día; pero agárrese, porque fue el que mayor aumento tuvo en este octavo mes del año.
El tradicional chile para un auténtico guacamole aumentó de precio nada más y nada menos que en un 26.78 por ciento, lo que ha de ser la tentación más grande de los dueños de fruterías y tienditas de abarrotes para intentar sacar el día de un sopetón.
Y el problema para darnos ese lujo, que ya no es sencillo gusto, no termina ahí; al comprar el clásico tomate (jitomate para muchos otros en este grande y diverso país) nos daremos cuenta que la inflación es cosa delicada para cocineros y amas de casa, pues el rojo producto está en la tercera posición de los aumentos, con un 2.49 por ciento.
De esta manera, si aún le quedan ganas de su guacamole completo, es decir, con chile, tomate y cebolla, ya sabe, y sabe bien gracias a El Diario MX, que le saldrá casi un 40 por ciento más caro que el mes pasado. ¡Provecho!