Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
El manejo de la política social no es clientelar, ni va enfocada con fines políticos o religiosos, sino que por el contrario, es en base a polígonos o zonas de atención prioritaria, que permite ir disminuyendo los índices de pobreza en el Estado.
El titular de la Secretaría de Bienestar Social (Sebien), Rómulo Garza Martínez expuso que para atender a este segmento de la población, tanto en la zona urbana como la rural no se genera un invento, sino una estrategia que hasta ahora ha dado resultados.
Indicó que brindar una atención priorizada es a través del resultado de estudios, que permite, entre otras cosas, la oportunidad de focalizar acciones y programas hacia la población más vulnerable, a la que ni siquiera se les pregunta el partido político al que pertenecen o la religión que profesan.
“El resultado de ese estudio que se hace en los polígonos, ubicados en colonias o fraccionamientos, zona urbana o rural, permite a dependencias como la Sebien detectar el tipo de atención que requiere la población, es decir, alimentario, comedores comunitarios, construcción de cuartos, red de drenaje, electrificación, entre otros”, apuntó.
Cada una de estas acciones, se implementan a través de estrategias y en base a la zona de atención prioritaria, en la que insistió, no se ven aspectos partidistas o políticos, de religión u otro tipo, aunque hay quienes aseguran que bajo ese manejo se distribuye a la población.
Garza Martínez consideró que el mejor resultado del trabajo realizado en el último año es el que dio a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, en donde se establece que en Tamaulipas poco más de 93 mil tamaulipecos dejaron de estar en la pobreza multidimensional.
“Eso nada tiene que ver con la política o la religión, sino más bien, la oportunidad de ayudar a la gente que más lo necesita en municipios de la zona urbana como la rural”, sostuvo.
Admitió que cada vez que existe una elección, siempre se le endosa a la Sebien un supuesto manejo electoral con la entrega de los apoyos a la población, cuando la realidad de las cosas, es que el beneficio se entregan sin distingos de ninguna índole, sólo coadyuvando con las demás instancias en una estrategia conjunta para el combate a la pobreza.