Rogelio Rodríguez Mendoza
La formación de abogados en México es de muy baja calidad, lo cual debilita no solamente al gremio, sino también a los usuarios de sus servicios y a las instituciones y organizaciones donde se desempeñan, alertó “Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad”.
Precisó que, el hecho se debe, en parte, a la falta de regulación de las instituciones formadoras de los profesionales del Derecho.
«En México, a diferencia de otros países de la región y principalmente en contraste con los países europeos y con Estados Unidos, la regulación de estos ámbitos es mínima o directamente inexistente”, indicó.
Y añadió: “Irónicamente, en México las y los profesionales de las leyes se forman y ejercen su profesión en medio de un vacío legal en el que se fomentan el predominio de desigualdades estructurales y la discriminación”.
Una consecuencia de la falta de regulación de la educación jurídica es un incremento exponencial en el número de instituciones de educación superior (IES) que ofrecen la carrera de Licenciado en Derecho.
Por ejemplo, en 2018 había 1338 IES privadas y 62 públicas, para un total de 1400, mientras que en Alemania existen apenas 44 instituciones que imparten la carrera y solamente dos son privadas.
En Estados Unidos existen 203 escuelas, el 58 por ciento de ellas privadas.
Pese a la diferencia en cantidad de IES privadas y públicas en México, ambas expiden casi el mismo número de cédulas profesionales. Entre 205 y 2018 fueron expedidas cerca de 90 mil documentos.
«El aumento sin control de las IES privadas, y la masificación de las IES públicas, van acompañadas de una muy baja calidad generalizada en la educación jurídica y de la generación de islotes de calidad concentrados en unas pocas IES privadas y públicas a las que muy pocos tienen acceso” indicó la organización no gubernamental.
Por otra parte, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y en algunos países europeos, en México la práctica de la abogacía no está regulada por mecanismos que aseguren un mínimo de calidad, como podría ser a través de exámenes de conocimientos, la certificación o investigación de antecedentes del futuro litigante.
«Por lo tanto, la alta variación en la calidad de la educación jurídica se traslada tal cual al ámbito del ejercicio profesional”, mencionó.
La organización del gremio tampoco está regulada ni por el Estado ni por el gremio mismo. La colegiación de los juristas es voluntaria y aunque existen en México más de 300 colegios de abogadas y abogados, solo algunos tienen representación nacional y en total no agrupan a más del 5% de los profesionales del derecho.
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