Centenares de residentes se congregaron el sábado en las calles de Iquique, en el norte de Chile, en una manifestación contra la inmigración irregular en esa zona. Los participantes quemaron pertenencias de los migrantes, en su mayoría venezolanos, un día después de un desalojo gubernamental generó controversia en el país sudamericano.
La manifestación transcurrió por algunas de las calles principales de esa ciudad de 200.000 habitantes, a 1.800 kilómetros de la capital chilena y adonde llegan numerosos migrantes, principalmente de Venezuela y Colombia, que ingresan de forma irregular por las porosas fronteras del desierto chileno.
Durante la marcha, que fue retransmitida por las televisoras locales, se mostraron pancartas en las que se leía “Cierre de fronteras ahora” o “No más inmigrantes indeseables” junto a oleadas de banderas chilenas. Además, en algunos casos, los manifestantes hicieron barricadas en las que se quemaron las posesiones de algunos migrantes que viven instalados en carpas en las calles.
La manifestación se produce apenas unas horas después de que la policía chilena desalojara a centenares de migrantes de una céntrica plaza pública de la ciudad, en un movimiento que ha sido criticado por algunos sectores sociales y políticos. La plaza, que había sido declarada en riesgo sanitario, fue ocupada durante meses por sucesivas familias, muchas con menores y bebés, a la espera de poder trasladarse a la capital chilena u otras partes del país en busca de trabajo y vivienda.
En algunos casos los migrantes aseguran que cuentan con familiares en el país y que buscan reunirse con ellos o contar con su apoyo para salir adelante.
La situación agudiza una crisis migratoria que se ha generado durante meses en el norte del país, especialmente en torno a la comuna de Colchane, en la frontera con Bolivia, unos 2.000 kilómetros al norte de Santiago. Esta es la zona por donde ingresan los migrantes para luego trasladarse a Iquique u otras partes del país.
Más de 23 mil migrantes ingresaron de manera irregular a Chile por pasos no habilitados entre enero y julio de 2021 respecto de los 16.848 que llegaron durante todo 2020, según cifras del Servicio Jesuita Migrante. El gobierno afirma que en lo que va del año unos 7.000 extranjeros han llegado por el norte.
El gobierno chileno ha expulsado a centenares de migrantes irregulares en lo que va de 2021, una decisión en ocasiones cuestionada por los tribunales chilenos que afirman que en ciertos casos se vulneran derechos básicos de los deportados. El gobierno ha señalado en las últimas horas que retomarán la política de expulsiones para lo que contrató vuelos especiales con una aerolínea comercial.