La segunda edición de la UEFA Nations League va llegando a su fin. En la semifinal disputada en el Allianz Stadium, Bélgica y Francia animaron un duelo cargado de emoción y goles que paralizó al Viejo Continente.
En un espectáculo atractivo desde el inicio, los Diablos Rojos confirmaron su gran presente (en la actualidad lideran el ranking FIFA) y celebraron gracias a las conquistas de Yannick Carrasco y Romelu Lukaku.
Las figuras del Atlético Madrid y el Chelsea fueron determinantes en un seleccionado que además contó con intérpretes de la jerarquía de Kevin De Bruyne, Eden Hazard y Thibaut Courtois.
Sin embargo, en la vereda opuesta estaba la potencia que jamás se caracterizó por bajar los brazos. Por lo tanto, la ventaja de dos goles no significó ninguna garantía para los de Roberto Martínez.
La notable producción de Kylian Mbappe generó constantes preocupaciones en los belgas, dado que la estrella del PSG lideró la ofensiva Le Bleu para demostrar que el elenco bicampeón del mundo también quería acceder al duelo decisivo en busca de un nuevo título. Una asistencia perfecta que Antoine Griezmann no supo capitalizar fue una amenaza. Y a los 17 minutos del complemento se asoció con Karim Benzema para que el goleador del Real Madrid consiga el descuento.
Superior desde el aspecto futbolístico y anímico, Griezmann inventó un penal que debió ser sancionado por los asistentes del VAR, dado que la infracción de Jan Vertonghen sobre el atacante del Colchonero fue imperceptible para la mirada del árbitro Daniel Siebert. Desde los doce pasos Mbappe no dudó y con un violento remate inatajable selló el 2 a 2. Partidazo.
Las emociones continuaron hasta el cierre del choque. Un grito ahogado de Lukaku por una milimétrica posición adelantada cuando faltaban 4 minutos para el final le dio otra vida más a Francia, que a través de Theo Hernández revirtió la historia para festejar el 3 a 2 y la clasificación a la final.