Por Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tamaulipas.- A poco más de cuatro años de su implementación, el sistema de justicia penal acusatorio y adversarial está batallando para avanzar, debido principalmente a la insuficiencia de personal, sobre todo de policías investigadores y personal administrativo en las Unidades Generales de Investigación (UIF).
Pedro González Aranda, presidente del Colegio de Abogados Tamaulipecos en Ciudad Victoria, dijo que, como consecuencia de lo anterior está muy lenta la resolución de las carpetas de investigación.
“Desde el inicio dijimos que el sistema de justicia penal acusatorio es muy bueno. Sus fines son excelentes. Lamentablemente no se le ha invertido lo necesario para garantizar suficientes recursos humanos y materiales” indicó.
Explicó que, en el ámbito del Ministerio Público existen muy pocos policías investigadores, por lo que el avance de las indagatorias es muy lento porque la carga de trabajo rebasa la capacidad del personal.
El problema es muy parecido en la sede judicial, porque se requiere de más salas de oralidad y de jueces.
La conclusión de todo ello, dijo, es que existe la urgencia de que el Gobierno destine presupuesto suficiente para resolver de inmediato todas esas carencias, antes de que el sistema vaya a colapsar.
Recordó que la reforma constitucional que dio vida al nuevo modelo de justicia penal, buscó darle más celeridad a la procuración e impartición de justicia, y sobre todo hacer más transparente el proceso frente a la ciudadanía.
Sin embargo, insistió, han transcurrido cuatro años y cinco meses del estreno del sistema y se siguen padeciendo vicios que estaban arraigados en el modelo tradicional de justicia.
“También hemos venido insistiendo en que se requiere personal calificado. Se debe contratar a más personal pero que sean profesionistas calificados, que no se presten a actos de corrupción” mencionó.
Por otra parte, agentes del Ministerio Público consultados sobre el tema, han admitieron que el sistema acusatorio está “empantanado”, porque hay un enorme déficit de personal, sobre todo agentes del Ministerio Público y policías.
El gran problema, señalaron, es que hay mucho desprecio por la actividad como se ve en la poca respuesta a las convocatoria que emite la Fiscalía General de Justicia del Estado, antes Procuraduría.