Por Chantal Martínez Díaz.-
En el estado de Tamaulipas mientras los esfuerzos de autoridades, activistas y la Academia se suman en torno al respeto y acondicionamiento de espacios para personas con algún tipo de discapacidad, ya sea física o mental, la legislación vigente sigue sin aplicarse y sigue siendo difícil crear conciencia.
Tamaulipas desde hace años arrastra una cadena de problemáticas que revelan un retraso en materia del reconocimiento, el respeto y sobre todo la atención a infantes, jóvenes, adultos y ancianos con alguna discapacidad.
Sin embargo poco a poco se ha hecho conciencia en torno a la visibilización de las personas con algún tipo de discapacidad. Prueba de ello es el acondicionamiento de la infraestructura universitaria.
Dentro de la Universidad Autónoma de Tamaulipas hay de entre tres mil 600 y cuatro mil 500 alumnos que presentan alguna discapacidad y que representan de un ocho a un 10 por ciento e han estado haciendo las mejoras en la infraestructura, pero además se ha logrado su acomodo y la contratación en la máxima casa de estudios.
Entre las acciones que en materia de protección a los derechos de las personas con discapacidad tiene, la UAT está impulsando la universidad inclusiva, acorde a las necesidades reales de los estudiantes.
También, están haciendo los levantamientos en todas las instalaciones en las zonas centro, sur y norte para llegar al acondicionamiento total de la infraestructura.
Se está trabajando en detectar toda la infraestructura que no tenga accesos múltiples, hay un proyecto con la coordinación de discapacitados.
En Tamaulipas, el 4.8 por ciento de la población, es decir, unos 156 mil 891 personas presentan algún tipo de discapacidad física o mental, según el Panorama Sociodemográfico de México del Censo de Población y Vivienda 2010.
También aquí existe una ley para integrar socialmente a las personas con discapacidad, cuenta con 75 artículos que establecen sus derechos y obligaciones, incluidas en el Capítulo XII las condiciones urbanísticas para su integración.
