abril 20, 2024
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octubre 29, 2021 | 158 vistas

Francisco Ramos Aguirre.-

Entre 1905-1949 el Gran Teatro Juárez, se convirtió una de las principales salas donde las familias victorenses disfrutaron numerosas funciones de cine. Durante su existencia, el edificio de arquitectura neoclásica tuvo diferentes usos. Ahí se celebraron obras de teatro, zarzuelas, representaciones de ópera, bailes, congresos estudiantiles, funciones de circo, informes de gobierno, veladas literarias, festivales escolares, conciertos de música, reuniones políticas y asambleas campesinas. Además, tenía varios locales para oficinas públicas, comercios, cantina y billares propiedad de Silvano de la Llata.

Sobre las primeras proyecciones de cine, las noticias se remontan al 15 de agosto de 1905 cuando I. Gaitán empresario de la Compañía Cinematográfica Pathé Freres, ofreció una función para solventar los gastos de la celebración del centenario del natalicio de Benemérito de la Patria. Fue tanto el éxito aquella noche que las plateas, palcos y galerías del coliseo resultaron insuficientes. En 1907 la Empresa Mexicana J. Compadrón exhibió algunas vistas de su extenso catálogo de 500 títulos. Para entonces, dicho recinto tenía un moderno proyector para ver las imágenes con mayor claridad. Desafortunadamente, la empresa no obtuvo éxito y se trasladó a otra ciudad.

Gracias al interés del público y el ferrocarril de pasajeros, en aquella época llegaron a Victoria varias caravanas cinematográficas. Una de ellas anunció su espectáculo en agosto de 1914, desafortunadamente interrumpido por falta de electricidad. Al día siguiente, se reanudaron las funciones con un amplio repertorio. Sobre el tema, mencionó el empresario que haría: “…una verdadera selección de películas, para ofrecer hoy al público ilustrado de Victoria una velada llena de ilusiones e interés».

En 1915, llegó de Veracruz la Compañía de Álvarez y Arrondo. «Primeros Importadores de Películas Cinematográficas en la República Mexicana.» En la misma gira, ofrecieron funciones en el Salón Rojo de Doña Cecilia -Ciudad Madero-. Se desconoce el nombre de las películas o «vistas» exhibidas esa ocasión, aunque en el repertorio figuraban: La Novia Maldita, El Casamiento de Flora, El Ciego, Sueño de Opio, La Ciudadela, La Hija del Diputado, El Misterio, La Cocinera publicadas en el periódico El Pueblo.

Según en el semanario La Alborada -marzo de 1919-, Andrés Hernández era el empresario cinematográfico del Colosal Teatro Juárez que acababa de estrenar un Vitáfono. Meses después, el bisemanario Alba Roja anunció las películas: Como las Hojas, Dama de Corazón y Tarzán de Los Monos con argumento de Edgar Rice Burroghs, primera de las cintas famosas de la cinematografía mundial que abordan las aventuras de un personaje huérfano, abandonado en la jungla africana.

El 30 de diciembre de 1920, levantó gran expectación Las Calaveras del Terror producida en México por Estudios Universal, con la participación del actor norteamericano Art Arcord y la actriz mexicana Beatríz Domínguez. Estaba dividida en 18 episodios, 36 partes y la extensión de la cinta eran 36 mil pies. Veinticinco años después se filmó la versión mexicana con Pedro Armendáriz, Tito Junco y Chicote.

En 1921, Pablo Hernández se hizo cargo de la administración del Teatro Juárez. El jueves 27 de enero abrió temporada presentando tarde y noche la estupenda y emocionante súper serie de episodios: El Rastro del Pulpo con los artistas norteamericanos Ben Wilson y Neva Gervers. En agosto 1922 los empresarios de los teatros Juárez y Obrero eran Salvador García Macías y los Hermanos Rodríguez, promotores de Los Cuatro Secretos de Eddie Polo.  El domingo 14 de diciembre de 1923 proyectaron como de costumbre en la tarde y noche, dos tandas de películas de comedia y el drama americana: Amor Incendiario, No me Olvides, Culpable Acusador, Casados en un Árbol y El Autobús de la Muerte (estreno).

En el mismo semanario se anuncia El Supersticioso con Douglas Fairbanks, uno de los actores más importantes de Hollywood, quien actuó con la actríz mexicana Lupe Vélez. Según el comentario de un periódico local, la película era: “…una de las últimas creaciones de este gran actor, en la que rebela una vez más su agilidad y su incomparable “vis cómica.”

La famosa serie La Banda del Automóvil Gris, basada en una gavilla de rateros acaudillados por algunos militares carrancistas, se estrenó en Victoria y otros lugares del país. Sin embargo, no lograron los resultados económicos esperados, debido a los altos costos de entrada en las funciones nocturnas: “…por lo difícil de la situación actual y lo caro que resulta verdaderamente admirar una película que no tiene más sensación que la de ser una producción de nuestra incipiente cinematografía nacional, que se lleva según nuestros cálculos aproximados, después de cuatro noches de consecutivas desveladas, en una familia compuesta de cinco personas, la regular suma de $20.00…”   

Durante algún tiempo, el Teatro Juárez ofrecía funciones mixtas, es decir, proyección de películas con actuaciones teatrales. Por ejemplo, la noche del dos de octubre de 1922, se presentaron las comedias Algarete, Rumbo a Londres y A Otro Perro Con ese Hueso. Lo mismo, era común la programación de películas mexicanas y norteamericanas.

El 19 de agosto de 1938 el semanario El Gallito anunció que la administración del Teatro Juárez, estaría a cargo de Francisco Cárdenas quien adquirió nuevo un equipo sonoro con amplificador Jeffersson y bocinas Jensen. El sábado 20, se estrenó la película La Llaga de Federico Gamboa con actuaciones de René Cardona y María Luisa Zea. El día anterior actuó el famoso cantante de la XEW “El Hombre Feliz Embajador de la Alegría” acompañado de la cantante Lolita García Rojas y Jaime López al piano.

En febrero de 1945 los trabajadores del Sindicato Cinematografista, convocaron a una huelga en los cines Juárez y Obrero, regenteados por A. Rodríguez y Hermano Sucesores de Monterrey. Los operadores solicitaban aumento de salarios y mejores prestaciones.  Por esos días, Emilio Delgado, administrador del Cine Obrero anunció nueva pantalla, aparatos de proyección y sonido.  Del 22 al 24 de diciembre de 1945 se proyectaron en el Juárez Canaima con Jorge Negrete y Gloria Marín y El Fantasma de la Noche con Janis Carter y Arthur Lake. Otra cartelera dominical de lujo de esa época fue encabezada por Paris en Tinieblas y Los Amores de Edgar Allan Poe.

Ese mismo mes se estrenó Embrujo Antillano con Juan Orol y María Antonieta Pons. El autor de la columna Fogonazos del periódico Atalaya de Alfonso Pesil, lanzó una crítica a los empresarios por la proyección de películas malas y viejas. “Aparte de ser malas, la más nueva era de 1937; pero el Inspector de Espectáculos de la localidad brilla por su tolerancia. Hace bien en no actuar, para no desentonar con la actual administración municipal”.

Para 1946, no había transparencia sobre la situación legal del Teatro Juárez. Por un lado se pensaba que el municipio tenía alguna participación, aunque todo indica que el gobierno de estado era el propietario. Para entonces el edificio mostraba deterioro, debido a la falta de mantenimiento. El 13 de enero Víctor Neusen publicó una columna en El Heraldo de Victoria, donde hace notorio que es un lugar sucio: “…que se exhiben películas manoseadas; que se cobran las entradas más caras que en Tampico; que se disfruta del teatro en absoluto por los arrendatarios, negándolo aún para festivales patrióticos, porque no los obliga su contrato, y que la Empresa explotadora del edificio paga una cifra insignificante por el uso absoluto del mismo”. Exige que el municipio se haga cargo del edificio y mantenga en mejor higiene y estado físico.

Las funciones de cine y teatro, continuaron al menos hasta agosto de 1949. El sueño de Lumiere concluyó cuando el gobernador Raúl Gárate, decidió demoler el Teatro Juárez construido medio siglo atrás. Esta decisión, derrumbó no sólo la estructura arquitectónica, sino también el único espacio cultural donde varias generaciones de victorenses vivieron momentos inolvidables.

Fuentes

• El Progresista. 20/8/1905, Atalaya. 17/12/1944, El Heraldo. 12/23/1945, Atalaya /25/2/1945, La Raza/9/8/1922, El Trancazo, 1/7/1923, El Trancazo/ 12/1923, Alba Roja/6/4/1919, El Progresista/15/8/1905, El Pueblo, Veracruz, Ver.,/16/5/191.

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