Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
El verdadero propósito detrás de la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se ha revelado por fin: darle más ‘cuerda’ a la Secretaría del Bienestar, para capitalizar políticamente los recursos y centralizar más el gasto en el Ejecutivo federal, denunció la organización no gubernamental, “México Evalúa”.
Advirtió, además, que el nuevo Fonden, el Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural, en realidad es una herramienta más para afianzar el “clientelismo 4T”.
“Creemos que la falta de reglas de operación para este programa y la mayor concentración del gasto en dependencias federales son el cóctel perfecto para que desde el Ejecutivo se erogue de forma discrecional y clientelar los recursos contra desastres naturales” acusó.
De esa manera, las poblaciones gobernadas por partidos de oposición quedan en franca desventaja, pues sin reglas de operación el criterio de reparto es el famoso ‘como veo, doy’.
“Además, es preocupante la estrategia de concentración de recursos en la federación, a costa de las entidades, sobre todo cuando implica un menor gasto en reconstrucción” señaló.
Ante esa situación, urgió a los legisladores a blindar los programas que operan los nuevos esquemas para la atención de desastres naturales, con reglas de operación que privilegien la reconstrucción y la salvaguarda de los patrimonios públicos y privados.
Dijo que, el primer paso es simple: clasificarlos como programas sujetos a reglas de operación.
Como ejemplo de que el gobierno federal usa el nuevo fonden políticamente, detalló que , de enero a septiembre de este año se han gastado 5 mil mil millones de pesos para para la atención de desastres naturales, pero sólo un mil 200 millones de pesos, que representan el 24%, se han destinado a la reconstrucción de infraestructura de los estados, mientras que los 3.8 mmdp restantes (76%) han ido a manos del Ejecutivo federal.
“Antes de la desaparición del Fonden la proporción era inversa: de 2013 a 2020, el 78% de los recursos del fondo se destinó a la reconstrucción en los estados, y el 22% restante a la atención inmediata de los desastres y al pago de bonos y seguros catastróficos” precisó.
Este cambio en el uso de recursos es más sorprendente si se considera que durante la existencia del Fonden el gasto en transferencias en especie –como despensas, agua, cobertores, impermeables, entre otros– o en efectivo era de sólo 10%, en promedio.
En cambio, tras la desaparición del Fonden, en 2021 la Secretaría del Bienestar ha gestionado 2.4 mil millones de pesos, el 49% del total de recursos, en el Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural.
“La apuesta es clara: favorecer las transferencias directas de recursos, las cuales tienen un mayor rédito político/electoral. Además, por la falta de reglas de operación del programa, hay un riesgo de que los recursos se utilicen de forma discrecional y con fines clientelares” reiteró.