El atacante del Manchester United fulminó a un Villarreal que dispuso de las mejores ocasiones para ganar el partido, pero que se estrelló ante un gran De Gea.
El portero madrileño salvó tres balones bajo los palos que mantuvieron con vida a su equipo para que apareciera el de siempre. Con la edad, Cristiano ha perdido resistencia, pero no voracidad ni eficacia.
Le cayó un balón tras un error en la salida de balón entre Rulli y Capoue. Con el portero fuera de sitio, elevó el esférico y, marcó el primero.
Había tanto en juego que ninguno de los dos equipos se atrevió a exponerse más de la cuenta. El United, seguramente, avisado del repaso que le dio el Villarreal en la primera parte en Old Trafford en la que solo la falta de puntería mantuvo al equipo mancuniano en el partido para terminar ganándolo en el tiempo añadido.
Era un buen recuerdo al que aferrarse los diablos rojos en una situación delicada en la Premier, con cuatro victorias de los cinco últimos partidos, que le ha costado el puesto al técnico Solksjaer. Su sucesor, Michael Carrick no tenía ni tiempo ni seguramente ganas de tocar muchas teclas.
Así que el United utilizó la pólvora que le podían suministrar Sancho, Van de Beek o Martial, para contener al equipo amarillo. Pero lo que sigue funcionando en el United es su detonador. Cristiano interviene mucho menos en los partidos, casi no se desgasta, pero cuando aparece es para hacer daño.