La más reciente variante de preocupación del virus SARS-CoV-2, el cual causa la enfermedad conocida como COVID-19, tiene mutaciones que la vuelven resistente a las vacunas, además de que es más contagiosa y fácil de propagarse.
Por ello, países como Estados Unidos y Canadá han decidido cerrar sus fronteras a naciones africanas, en especial a Sudáfrica, que es donde se identificó por primera vez esta variante.
En México, la Secretaría de Salud informó la noche del viernes que está actualizando sus protocolos de vigilancia genómica con la finalidad de identificar si hay casos de contagios de Ómicron en la República mexicana.
“Ante el reciente reconocimiento de Ómicron como una variante de preocupación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Secretaría de Salud se encuentra actualizando protocolos de vigilancia genómica para la búsqueda intencionada de dicha variante. Así, en caso necesario, las medidas sanitarias que se tomen serán guiadas por la evidencia científica disponible”, puntualizó la dependencia federal en un comunicado.
Las autoridades sanitarias hicieron un llamado a la población “rezagada” que se vacuna en contra del COVID-19, además de que invitaron a las personas con enfermedades que causen inmunodepresión a que se vacunen contra la influenza.
La variante Ómicron de COVID-19 puede atacar la proteína que hay en las vacunas creadas para combatir la enfermedad, según el médico infectólogo Francisco Moreno Sánchez.
La nueva variante de SARS-CoV-2 fue detectada por primera vez en Sudáfrica; hasta el momento se sabe que es más trasmisible que Delta y hasta “500 veces más contagiosa” que la cepa original.
Aunque se desconoce qué tan agresiva sea la variante Omicron de COVID-19, hay certezas científicas de que tiene una mayor mutación y puede atacar la proteína que hay en las vacunas anticovid.