Tras analizar más de 300 estudios que aportan las últimas evidencias de que los pulpos, langostas y cangrejos poseen sistemas nerviosos complejos que los hacen capaces de sentir dolor emocional, el proyecto de Ley de Bienestar Animal del Reino Unido también incluirá a crustáceos y cefalópodos en su legislación.
El Ministro de Bienestar Animal, Lord Zac Goldsmith, dijo que la ciencia ahora es clara en que los decápodos y cefalópodos pueden sentir dolor, y por lo tanto, es necesario que estén cubiertos por esta legislación.
El proyecto actual ya reconocía a los vertebrados como animales sintientes (es decir, contemplaba a mamíferos, anfibios, reptiles y peces capaces de experimentar sentimientos y emociones); sin embargo, no incluía a los pulpos, langostas y cangrejos, invertebrados que hace algunas décadas se consideraban no sintientes, pero cuya definición está cambiando radicalmente a la luz de las últimas evidencias científicas.
El Gobierno británico explicó en un comunicado que el alcance del proyecto de Ley de Bienestar Animal se ha ampliado para recolectar a las langostas, pulpos, cangrejos y otros crustáceos y cefalópodos como seres sintientes.
“La medida se apega a los hallazgos de una revisión independiente de la London School of Economics Political Science (LSE) que concluyó la existencia de una fuerte evidencia científica de que los crustáceos y cefalópodos son seres sintientes.
Cuando la iniciativa se convierta en ley, el Reino Unido deberá establecer un Comité de expertos que se encargarán de evaluar las decisiones gubernamentales en materia de protección de los animales sintientes, incluidos los crustáceos y cefalópodos.
Según la Conservative Animal Welfare Foundation (CAWF), una de las principales organizaciones que impulsaron la ley, los barcos pesqueros del Reino Unido capturan 420 millones de cefalópodos y crustáceos anualmente.
Suiza se convirtió, en marzo de 2018, en el primer país en reconocer que las langostas son seres sintientes y prohibir su cocción mientras estuvieran vivas. No obstante, el gobierno británico especificó que la aprobación de la reforma no impacta en la legislación existente a propósito de la pesca comercial o la industria restaurantera, sino que tiene por objetivo “garantizar que el bienestar animal sea considerado en la toma de decisiones futuras”.
Con información de: ngenespanol.com