Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
El cien por ciento de las 750 mil hectáreas que se siembran en el ciclo otoño-invierno no está garantizado, sobre todo en las 202 mil que corresponden al distrito 205 por el poco almacenamiento de agua que tienen las presas internacionales.
De hecho, a escasos 19 días de que inicien las siembras son múltiples los problemas que se tienen en la zona norte, lo que ocasionaría que muchas hectáreas se queden sin sembrar, admitió Ariel Longoria García titular de la Secretaría de Desarrollo Rural.
Por principio de cuentas, en el distrito 025, que es considerado como uno de los más grandes en el país por ser un área de siembra para 202 mil hectáreas desde hace años no ha podido tener su cuota de agua y en el peor de los casos, las presas internacionales de donde se pudiera tomar, tienen poco almacenamiento de este líquido.
A la par de ello, el flujo de recursos para hacer frente a la preparación de la tierra como la compra de semilla, fertilizante y todo lo que implica el plan de trabajo presenta un serio problema, porque muchos productores no tienen acceso a nuevos financiamientos al arrastrar deudas atrasadas.
Longoria García admitió que la cartera vencida que enfrenta una elevada cantidad de productores a raíz de malas cosechas, clima o circunstancias, como el hecho de haberles quitado el Gobierno federal el ingreso objetivo, ocasiona que mucha gente tenga dificultad para adquirir un crédito.
Confirmó que hace unos días, sostuvo una reunión de trabajo con productores de la zona norte y quienes están al frente de dependencias como la Financiera Rural, en la que se vio caso por caso, con el objeto de activar los que por alguna circunstancia se les complica el acceso a un financiamiento de avío por estar en el buró de crédito.
“Lo peor que podría pasar por falta de recurso o crédito de avío, es que de las 750 mil hectáreas que se programan para sembrar en el ciclo otoño-invierno, hubiera problema para hacer frente y sacar adelante los cultivos”, indicó.
Lo que se busca, es que haya créditos de avío para los productores con problemas de financiamiento, a quienes se les debería entregar un refaccionario o bien a más largo plazo, haciendo dos cuentas, es decir, una por cada empréstito.
