Ya suman 108 los fallecidos a causa del tifón que azotó Filipinas el jueves y viernes pasado. Los esfuerzos para suministrar agua y alimentos a los afectados continúan.
El gobernador provincial de Bohol, Arthur Yap, ordenó a los alcaldes de la provincia que canalicen recursos para garantizar la entrega de alimentos y agua potable.
Según datos del gobierno, unas 780 mil personas fueron afectadas, además unos 300 mil habitantes tuvieron que desalojar sus hogares.
El presidente Rodrigo Duterte viajó el sábado a la región y se comprometió a entregar nueva asistencia por 2 mil millones de pesos (40 millones de dólares).
El tifón fue uno de los más poderosos en los últimos años, con vientos de 195 kilómetros por hora y ráfagas de 270 km/h.
Provocó inundación en varias localidades, donde los habitantes tuvieron que resguardarse en los techos de las casas y edificios. Fueron rescatados por la guarida costera al día siguiente.
Aproximadamente 227 ciudades se quedaron sin electricidad. Los trabajos para restaurarla son complicados.
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Con información de: noticieros.televisa.com
