El tifón Rai que azotó Filipinas ya ha dejado 375 muertos, más de 500 heridos y 56 desaparecidos.
Cientos de miles de personas no tienen electricidad, ni acceso a alimentos, agua o atención sanitaria.
El tifón golpeó las nueve islas con vientos de hasta 240 kilómetros causando devastadores daños. Filipinas es una de las regiones más afectadas por el cambio climático y el aumento en fuerza de los fenómenos naturales.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, pidió durante el fin de semana paciencia y prometió 2 mil millones de pesos (unos 40 millones de dólares o 35 millones de euros).
El tifón afecto a cerca de un millón de personas, según cifras del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres.
Provocó daños a 3 mil 800 viviendas y dejó unas 227 localidades sin electricidad, además de dañar 41 carreteras y cuatro puentes.
Con información de: noticieros.televisa.com