CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 29 (Agencias)
Es la primera vez que Camilo hace un concierto en la Ciudad de México durante toda su carrera. El cantante colombiano, que comenzó a los 12 años en un concurso musical (Factor X), asegura que siempre soñó con este momento.
«Nos enseñan a soñar en chiquito y algún día eso va a ser muy grande, así yo empecé, pero el hecho de que en el primer tour que hago en mi vida, el primer concierto que hago en Ciudad de México sea en el Auditorio Nacional, eso es una prueba de que los sueños de Dios se hacen realidad», dice ante diez mil personas reunidas en el recinto de Reforma, la mayoría niños de entre cinco y 13 años.
Con un traje color hueso que tiene escrito las paradas que ha hecho con su «Mis manos Tour», se lee: Puerto Rico, Marbella y Salamanca. El cantante apareció entre dos estructuras luminosas que simulan una choza para cantar «Favorito», seguida de «Tutu» y «No te vayas».
La «Tribu», como llama a sus fans, se levantó de sus asientos desde el primer tema, muchos de ellos no volvieron a sentarse mientras bailaban canciones como «Millones» y «Desconocidos».
De pronto el intérprete cambia el rumbo de la presentación, respecto a otras que ha hecho en distintos lugares, y como homenaje al país interpreta tres temas que hizo con mexicanos, dos de ellos del género regional: «Si me dices que sí», que dedica al grupo Reik, «Tuyo y mío», en el que lo acompañan Los Dos Carnales y «La mitad», con la que al terminar expresa: «Te quiero (Christian) Nodal».
«Cuando yo empecé a hacer música y empecé a juntarme con amigos artistas, mucho antes de venir por primera vez a México, soñaba con estar aquí y sabía lo que representaba para mí y para los sueños que yo tenía desde chiquito el saber que mis canciones existían en sus casa, en sus vidas y me encantaría decir que esta ruta la pude caminar solo, pero fueron justo un montón de artistas mexicanos los que tendieron el puente para que mis canciones encontraran lugar y llegaran hasta aquí».
Todos se enternecen cuando Sofi y Majo suben al escenario, Camilo las invita para celebrar que están viviendo el primer concierto de sus vidas, Sofi tiene cinco y Majo siete años, quieren ser Espía y Maestra, según le cuentan a todos.
«Quiero que ustedes se acuerden que el día que vinieron al primer concierto de sus vidas yo las mire a los ojitos y les dije que lo que sea que ustedes estén soñando lo pueden alcanzar, nunca dejen que nadie les diga lo contrario, por imposible y loco que parezca», aconseja Camilo a las dos pequeñas.
Aunque muchos esperan la llegada de su esposa, Evaluna, ella sólo lo hace de forma virtual, con una videollamada «Me hubiera encantado estar ahí contigo», expresa la hija de Ricardo Montaner a través de la pantalla y antes de despedirse baja la cámara del celular hasta su pequeña pancita, donde está Índigo el primer hijo que los dos esperan; el público grita de emoción y comienzan los primeros acordes del tema con el mismo nombre, dedicado a su primogénito.
Mañana Camilo repetirá el show en lo que será el cierre de su gira mundial. En los últimos años ha estado rodeado de sueños cumplidos, además de este show, su carrera despuntó, ganó cuatro premios Grammy, pero probablemente el mejor de todos sea el pequeño niño que está a punto de convertirlo en padre.