Diego López Bernal.
Con el precio de las buenas uvas por arriba de los cien pesos por kilogramo, los victorenses se disponen seguir la tradición de comer 12 de estas frutas, una por cada campanada del reloj que marca el inicio del Año Nuevo 2022, acompañadas de sus mejores deseos para los siguientes 12 meses.
¿Pero cómo surgió el tradicional ritual de las uvas? Una de las teorías más socorridas indica que es originaria de España, ya que durante la década de 1880 la burguesía española comenzó a imitar a la francesa, que celebraba el Año Nuevo comiendo uvas y tomando vino.
Otra teoría asegura que en 1909 los productores de Alicante, en el sureste de España, tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas llamadas Aledo, por lo que las vendieron como las uvas de “la buena suerte” para la fiesta de Año Nuevo.
A pesar de su origen europeo, en nuestro país se ha vuelto una costumbre popular y en cientos de casas de Ciudad Victoria a medianoche se comen 12 uvas para comenzar el año, lo cual se refleja en un incremento en su venta.
En un sondeo digital por las tiendas que ofrecen el servicio a domicilio o de entrega en la sucursal, muestra que el precio de la uva blanca selecta sin semilla estaba este jueves en HEB en 114 pesos el kilogramo, mientras que Walmart ofrecía un producto no selecto a 104 pesos y el portal de Soriana consignaba una oferta de la misma uva, tampoco selecta, al reducir su precio de 94 pesos a 69.8 el kilogramo.
Sea cual sea su elección, la tradición indica que cada uno de sus 12 deseos se cumplirá si cierra los ojos y los pide con fe; claro, las risas de los niños no podrán faltar al ver los gestos de los mayores intentando tragar rápidamente cada una de las 12 uvas.