El futbolista del Manchester City, Benjamin Mendy, fue trasladado a una prisión de máxima seguridad en el Reino Unido después de que cinco mujeres radicaran siete denuncias por abuso sexual en los últimos meses.
El defensor, que milita en los Citizens desde 2017, está bajo custodia desde su arresto el pasado 26 de agosto, y tendrá que presentarse a juicio oral entre junio y agosto de este año.
Inicialmente, Mendy había sido derivado a la cárcel HM Prison Altcourse en Liverpool, pero en los últimos días se determinó su traslado a la prisión Strangeways en Manchester “porque su caso tiene un perfil muy alto”, según reveló una fuente anónima al diario inglés The Sun.
“Eso puede conducir a problemas de seguridad y manejo de prisioneros y se consideró que las condiciones de Categoría A podrían estar mejor equipadas para lidiar con cualquier potencial problema”, continuó la fuente.
El caso de Mendy es el último en una serie de casos de abuso sexual que están sacudiendo al fútbol inglés. Ayer, por ejemplo, se dio a conocer que un futbolista del Brighton and Hove Albion fue arrestado bajo sospecha de agresión sexual, a partir de una investigación que comenzó en octubre. Por otra parte, en julio un jugador del Everton había sido suspendido temporalmente por el club en el medio de otra investigación policial por abuso sexual con menores.