España administrará una cuarta dosis de la vacuna contra covid a personas de muy alto riesgo, como algunos enfermos de cáncer, trasplantados, en diálisis o hemodiálisis, mayores de 40 años con síndrome de Down o que toman fármacos inmunosupresores, entre otros.
Las personas de estos colectivos recibirán la cuarta dosis de la vacuna cinco meses después de haberse puesto la tercera, tal y como acordó la Comisión de Salud Pública.
Estos pacientes, -en general, trasplantados, con fallo renal crónico, algunos contagiados con VIH y algunas inmunodeficiencias primarias- y aquellas sometidos a ciertas terapias inmunosupresoras tienen una respuesta inmune inferior a la de la población general tras las pautas convencionales de las vacunas.
Además, es más probable que trasmitan el virus a sus contactos domiciliarios, a lo que se une el hecho de que los pacientes inmunodeprimidos en los cuales persiste la infección por covid pueden generar nuevas variantes más transmisibles o más virulentas.
Actualmente en España se estaba inyectando la tercera dosis, denominada “de recuerdo”, a todas las personas por encima de 40 años y los vacunados con AstraZeneca y Janssen independientemente de su edad.
Pero, desde este jueves, esa tercera dosis la recibirán todos los mayores de 18 años, según lo acordado por las autoridades sanitarias, que también acortaron de seis a cinco meses el intervalo de tiempo que debe transcurrir entre la segunda y tercera inyección.
La vacunación en España sigue siendo uno de los pilares en la lucha contra la sexta ola de la pandemia, tal y como volvió a recordar hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sánchez valoró como un “hito” que el 92.5% de la población española mayor de 12 años tenga la pauta completa, que casi el 60% haya recibido la dosis de refuerzo y que el 37% de niños menores de 11 años tengan ya al menos una dosis.
Durante su intervención en la clausura del foro Spain Investors Day, que reunió a inversores internacionales en Madrid, el jefe del Ejecutivo español consideró que los últimos datos apuntan a “una cierta y progresiva estabilización de los contagios”.
El avance de ómicron en España dejó ayer un nuevo récord diario desde el inicio de la pandemia, al sumar 179,125 nuevos positivos por coronavirus, aunque no tuvo el mismo impacto en la mortalidad, con 125 fallecimientos.
En esa situación, el Gobierno español defiende que se empiece a preparar la gestión de la pandemia como una enfermedad endémica, algo que no ocurrirá “de un día para otro” y se hará “con todo el rigor científico” y en cooperación con la UE, dijo el presidente.
