CIUDAD DE MÉXICO, enero 16 (Agencias)
¡Otro fracaso de los Vaqueros! Más de un cuarto de siglo y los Dallas Cowboys seguirán sin llegar al Super Bowl porque este domingo, pese a partir como los favoritos, fueron eliminados de los Playoffs de la NFL en su estadio por los San Francisco 49ers, que, pese a perder a su mejor defensivo, Nick Bosa, durante el juego fueron capaces de maniatar a la explosiva ofensiva texana con marcador final de 23-17.
Un partido del que San Francisco tuvo control la mayor parte del tiempo y en el que las pocas ventanas de oportunidad que tuvo Dallas, ellos mismos se las cerraron con una cantidad descomunal de infracciones (14) de ambos lados del balón, condenándolos a un nuevo fracaso con Mike McCarthy como entrenador y Dak Prescott como quarterback.
Suelen decir que las ofensivas ganan partidos y las defensivas campeonatos; si bien el título no estaba en juego, quedó claro que una de las tres mejores unidades como la de los Niners fue mucho para los Vaqueros, quienes nunca encontraron el ritmo en el ataque, con Ezekiel Elliott totalmente desaparecido, Ceedee Lamb deambulando en el emparrillado del AT&T Stadium y una línea ofensiva que en tres años pasó de la élite a tolerar cinco capturas en el juego más importante del año.
Prescott fue quien prácticamente solo tuvo que hacer todo, un arcoíris a Amari Cooper y un acarreo personal de seis yardas fueron las únicas dos anotaciones de Dallas, que en la temporada regular fue el equipo con más touchdowns con 64, pero a la hora buena desde hace mucho tiempo siempre les falla algo.
Los 49ers, por su parte, supieron sostener la defensiva en los momentos clave pese a la citada baja de Bosa y por un rato de Fred Warner, su líder tacleador que parecía haberse dañado seriamente el tobillo, pero heroicamente regresó para las últimas jugadas.
Si bien igualmente fueron muy castigados, San Francisco supo ser más explosivo al ataque con Deebo Samuel, una auténtica “navaja suiza” que es capaz de herir a las defensivas con un amplio repertorio. Fueron 72 yardas por tierra y 38 por aire, más una anotación, lo que enloqueció a Dallas, que nunca pudo frenar del todo el ataque terrestre de los californianos.