El Real Betis sigue alargando su gran momento de forma después de imponerse al Espanyol (1-4), con remontada incluida, en el partido que inauguró este viernes la jornada 22 en la Liga Santander, un duelo con protagonismo de Borja Iglesias, que marcó un doblete a su exequipo.
El conjunto de Manuel Pellegrini, pletórico tras el derbi copero, ya suma dos nuevos triunfos en Liga desde entonces -con ocho goles a favor y solo uno en contra- que le permiten consolidar la tercera plaza y empezar a amenazar la segunda, en manos -precisamente- del Sevilla.
La noche comenzó torcida para los andaluces después de que Raúl de Tomás abriese el marcador para los pericos al culminar un buen centro de Óscar Gil. El ariete internacional solo tuvo que poner el interior de su bota para batir a Claudio Bravo. Un gol que hizo relajarse a los locales y espabiló a los sevillanos.
El Betis fue a su ritmo, siempre al que marca Sergio Canales, que sigue haciendo méritos para ser llamado por Luis Enrique, y encontró el empate a la media hora por un penalti de Aleix Vidal, que tocó el balón con la mano. El exblanquiazul Borja Iglesias no falló desde los 11 metros y estableció la igualada sin celebrar la diana por su pasado.
Cinco minutos después, en un córner de Nabil Fekir -especialidad de la casa- llegó el tanto de la remontada con un cabezazo de Guido Rodríguez, que remató libre de marca en el corazón del área. El Betis dominó por completo y dejó sin recursos a un Espanyol que siempre que intentó despertarse, acabó recibiendo un sopapo mayor.
Los de Vicente Moreno buscaron la contra, el espacio que hiciera daño al Betis o el balón parado, pero fueron los verdiblancos quienes golpearon nuevamente. Otra vez en botas del ‘panda’, asistido por un taconazo de Canales, gracias a un disparo violento ante el que nada pudo hacer Diego López. Ese gol mató el partido a los 53 minutos.
Acto seguido, Embarba fue el responsable de llevar el ‘uy’ a la grada del RCDE Stadium, pero el balón no quiso entrar y Willian José, que llevaba cinco minutos en el campo, terminó de poner la puntilla con una gran definición en un mano a mano escorado a cuarto de hora para el ’90.
Con el 1-4 murió el partido antes de que Raúl de Tomás perdiera los nervios y provocase dos faltas absurdas que acabaron en expulsión. El triunfo encumbra a un Betis que sigue de dulce y deja a los catalanes en mitad de la tabla, a la espera de que finalice la jornada, en un momento delicado de la temporada dado el último mes de resultados.