El cohete Falcon 9 de la compañía de Elon Musk, SpaceX, que salió a la órbita el 11 de febrero de 2015, se dividió en dos partes, de las cuales una de ellas se estrellará próximamente contra la luna.
La aeronave de la empresa del hombre más rico del planeta llevaba consigo el Observatorio del Clima del Espacio Profundo (DSCOVR), el cual avanzó en línea directa hacia el sol a una zona de gravedad neutral cuatro veces más lejos que nuestro satélite, sin embargo, la otra parte se quedó abandonada a su suerte sin combustible suficiente para regresar a la Tierra.
«Carecía de la energía para escapar de la gravedad del sistema Tierra-Luna. Así que ha estado siguiendo una órbita algo caótica desde febrero de 2015», expresó Eric Berger al sitio web Ars Technica.
Bill Gray, encargado de realizar software para el rastreo de objetos cercanos a la tierra, escribió en su blog ‘Project Pluto’ que la parte del Falcon 9 chocará con la luna el viernes 4 de marzo de 2022.
