Este domingo, la reina Isabel II se convierte en la única monarca británica que cumple 70 años en el trono, pero este récord llega empañado por la ausencia de su difunto marido, varios conflictos familiares y una salud debilitada.
Cuando este domingo la soberana estará en Sandringham (este de Inglaterra) tenga un doble recuerdo: la muerte de su padre, el rey Jorge VI, en 1952, y su ascenso al trono con 25 años de edad.
Será la primera vez que Isabel II, de 95 años, marque su llegada a la corona sin Felipe de Edimburgo, con el que se casó en noviembre de 1947 y que falleció el pasado abril a los 99 años de edad.
Durante estas siete décadas de reinado, Isabel II ha sido testigo de grandes eventos, desde las dificultades de la posguerra hasta la pandemia de Covid-19, pero en este camino supo adaptarse a los cambios que el momento exigía, como el famoso “annus horribilis” de 1992, por la separación de los príncipes de Gales, la muerte de Diana de Gales en 1997 o el actual período, según los expertos.
Es madre de cuatro hijos, Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, con ocho nietos y doce bisnietos, Isabel II ha departido con 14 primeros ministros -desde Winston Churchill hasta Boris Johnson-.
Este el reinado más largo en la historia británica, más incluso que el de la reina Victoria. Y la reina ha sido testigo de enormes cambios en su reinado, el fin del imperio británico, la entrada y salida del Reino Unido de la UE (Unión Europea). Como todo, la monarquía ha tenido sus vaivenes”, dijo a Efe Robert Hazell, experto constitucional del University College London (UCL) al resumir los años de Isabel II.
Con una salud más débil por su avanzada edad, la reina ha reducido sus compromisos públicos después de que a finales de 2021 los médicos le recomendasen descanso y tuviera que pasar una noche hospitalizada en Londres para una revisión, mientras que por primera vez fue vista caminar con la ayuda de un bastón.
Isabel II se vio obligada, entre otras cosas, a cancelar su asistencia a la cumbre del Clima en Glasgow (COP26) y al tradicional recuerdo de los caídos en combate en Londres, en noviembre de 2021.
Además de la muerte de su marido, Isabel II ha tenido que lidiar con nuevas dificultades familiares, este vez centradas en su hijo Andrés, Duque de York, y en su nieto Enrique de Inglaterra.
El alcance de las acusaciones de agresión sexual contra el príncipe Andrés, presentadas por la estadounidense Virginia Giuffe, que asegura que abusó de ella cuando tenía 17 años, ha obligado a la reina a retirarle a su hijo títulos militares honoríficos, así como el trato de “Alteza Real”.
Tras consultar con su hijo mayor y heredero, el príncipe Carlos, y su nieto el príncipe Guillermo, según los medios, la reina optó por apartar al príncipe Andrés, cuya amistad con el empresario Jeffrey Epstein, procesado por abuso de menores, ha tenido un impacto en la familia real británica.
Al margen del duque de York, la reina afronta aún las consecuencias de la salida de los duques de Sussex, Enrique y Meghan, de la Casa Real, después de las acusaciones de racismo que hizo en 2021 la duquesa contra la familia real y la acción judicial que ha emprendido el duque en relación a su seguridad.
Aunque este domingo se cumplen los 70 años del trono de Isabel II, las celebraciones oficiales, con festejos en la calle o una misa en la catedral de San Pablo (Londres), tendrán lugar entre el 2 y el 5 de junio.
Con información de: lopezdoriga.com