El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) se llevó indebidamente de la Casa Blanca varias cajas con documentos y otros artículos, incluidas cartas del líder norcoreano Kim Jong-un, informa este lunes el diario The Washington Post.
La Administración de Archivos Nacionales y Registros de EE.UU. recuperó en enero esas cajas que estaban en la residencia de Trump en Mar-a-Lago (Florida), indicaron al periódico tres fuentes conocedoras de lo ocurrido.
Cuando abandonan el poder, los presidentes estadounidenses deben entregar a los Archivos Nacionales todas las cartas, notas, correos electrónicos y otras comunicaciones por escrito que estén relacionadas con sus funciones oficiales como mandatario, para su conservación.
El hecho de que Trump se llevara esas cajas a Florida plantea dudas sobre si pudo violar la Ley de Registros Presidenciales, que requiere la conservación de esos documentos, aunque la capacidad de los Archivos Nacionales de penalizar a quienes infrinjan la legislación es muy limitada.
Las cajas contenían regalos, cartas de líderes mundiales y otro tipo de correspondencia, según asesores de Trump que hablaron con el Post bajo condición de anonimato y que negaron que el expresidente actuara con malicia.
Entre los documentos había correspondencia que le envió el líder norcoreano durante el proceso de deshielo bilateral, y que Trump describió en una ocasión como “cartas de amor”; así como una misiva que le dejó en el Despacho Oval su predecesor, Barack Obama (2009-2017).
Llevarse esas cajas no ha sido el único problema que ha planteado Trump a los Archivos Nacionales: el expresidente rompía a menudo en pedazos documentos oficiales, que se enviaron a esa agencia estadounidense todavía en trozos o pegados, indica el Post.
Algunos de esos documentos rotos y después pegados con celofán están entre los que recibió el mes pasado el comité de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio de enero de 2021, de acuerdo con el rotativo.
Aunque todos los expresidentes recientes han infringido de alguna forma la Ley de Registros Presidenciales, la cantidad de documentos que se llevó Trump no parece tener precedentes, según las fuentes consultadas por el diario.
La ley contempla penas de hasta tres años de cárcel para quienes actúen con malicia a la hora de ocultar o destruir documentos, pero demostrar eso es difícil y los expertos consultados por el Post ven muy improbable que haya consecuencias de lo sucedido para Trump.