Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tam.-
La tacañería del Gobierno federal mantiene en riesgo el abasto de agua potable para cerca de 770 mil habitantes de la zona sur de Tamaulipas, porque los daños que registra el dique de El Camalote provocarán, nuevamente, la filtración del agua del mar hacia el sistema lagunario y en consecuencia hacia la red hidráulica.
El diputado del PAN por Tampico, Edmundo José Marón Manzur, advirtió que, de acuerdo con ambientalistas, a más tardar en dos meses se repetirá lo sucedido el año pasado, cuando el agua del mar se filtró hacia las lagunas de donde se abastece de agua a los hogares de Tampico, Madero y Altamira.
“La semana pasada, ambientalistas y medios de comunicación del estado alertaron que en un par de meses el agua salada podría volver a las casas de los habitantes del sur de Tamaulipas, debido a la falta de mantenimiento del dique El Camalote”, detalló.
La filtración del agua salada se debe al bajo nivel del sistema lagunario por la sequía imperante en la entidad, pero principalmente por la falta de inversión por parte del Gobierno federal para reparar el dique de El Camalote.
Lamentó que a pesar de la gravedad del problema y el riesgo existente de que alrededor de 150 mil familias se queden sin agua, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público rechazó el proyecto que le presentó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para reparar el dique, y que requería de 80 millones de pesos.
“Por segundo año consecutivo, el Gobierno federal decidió no asignar un solo pesos para El Camalote. En el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, al igual que el año pasado, El Camalote no existe y, con eso, los habitantes del sur de Tamaulipas no existimos. No es justo y no podemos asumir otra vez los costos de la falta de prevención”, mencionó.
El legislador advirtió que el dique no puede seguir detenido con curitas, por lo cual hizo un exhorto al Gobierno federal para que destine recursos de manera urgente, a fin de que se pueda resolver el problema, que cada año se convierte en una amenaza para los habitantes de la zona sur del estado.
Dijo que la falta de agua obligará a la gente a comprar garrafones para abastecerse de otras entidades, pero además pone en riesgo la operatividad de las industrias existentes y la llegada de nuevas inversiones.
“¿Cómo van a querer invertir las empresas en un lugar que no tiene asegurada el agua potable?”, se preguntó.