julio 27, 2024
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febrero 28, 2022 | 124 vistas

Diego López Bernal.-

La noticia no era para menos: un niño de solamente ocho años de edad terminó, luego de tres años y medio, sus ciclos de quimioterapias, que totalizaron 146 dosis, según la asociación victorense Cachito de Luz, que apoya a pacientes con cáncer.

Su nombre es Ponchito y esta semana recibió una noticia que ya tenían esperando aproximadamente un mes: sus quimios terminaron luego de largos años, lo que significa que comenzó sus tratamientos cuando apenas tenía unos cuatro años y medio.

Ponchito es del ejido Cruz y Carmen, municipio de Hidalgo, cerca de la Capital de Tamaulipas, y aquí recibió la atención médica, en el Hospital Infantil, donde este miércoles 23 de febrero la doctora Gladys García le dio la gran noticia: Podría ir a casa al fin sin pensar en regresar a la siguiente quimio.

No, ya no habría necesidad de la dosis número 147; de ahí la alegría de Cachito de Luz, la asociación que acompañó a Ponchito y su familia a lo largo de estos años en su batalla contra el cáncer.

¿Qué viene ahora? Cinco años de vigilancia, señaló esta asociación victorense en su sentido mensaje en Facebook, un video en vivo que invitaba a despedir a esta familia en caravana y que hasta la mañana del pasado jueves registraba más de diez mil reproducciones, con más de 500 reacciones, de 300 comentarios y 124 veces compartido.

Esta es una nueva historia de éxito en Ciudad Victoria, en donde las autoridades de salud pública hacen equipo con asociaciones civiles sin fines de lucro, para impulsar a los pacientes de cáncer en su lucha, conscientes todos de que a esta enfermedad sí se le puede vencer, sobre todo con voluntad y solidaridad.

El Diario MX te comparte esta historia con el conocimiento de que en esta Ciudad y en la región aún hay muchos “Ponchitos” dispuestos a vencer al cáncer; este testimonio puede ser el impulso que necesitarán a la hora de ir a sus quimioterapias… Que no sean 147…

Al respecto, el Centro Oncológico Integral de Valencia, España, en su portal señala que “el tratamiento de quimioterapia se administra normalmente en ciclos, que hacen referencia al tiempo que transcurre entre la administración de una dosis y la siguiente, incluyendo el periodo de descanso entre ambas (…)

“La duración de un ciclo es variable, ya que puede durar unos días o varias semanas. Frecuentemente, la quimioterapia se administra de forma semanal o mensual. Del mismo modo, la duración de cada tratamiento de quimioterapia es ampliamente variable, pero generalmente comprenden de cuatro a seis ciclos”.

Un ejemplo de otro cáncer infantil en México con una alta cantidad de quimioterapias fue el de la niña Celia Cisneros en mayo de 2018, que tras 120 dosis y con solo 13 años de edad fue dada de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Ciudad Obregón, Sonora; ella requirió tres años para terminar su tratamiento.

UN VISTAZO AL CÁNCER EN TAMAULIPAS

“El cáncer fue la tercera causa de muerte en México; por esta enfermedad fallecen 14 de cada 100 personas y la esperanza de vida de quienes la padecen es de 63 años; su mortalidad está creciendo de manera acelerada, pues entre 1990 y 2019 el número de muertes se duplicó: de 41 a 89 mil personas”.

“Además, se ha estimado que el cáncer genera costos directos e indirectos de entre 23 y 30 mil millones de pesos anuales, lo cual representa una quinta parte del presupuesto total del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en 2020”. Este el inicio de la introducción al Informe “Cáncer y desigualdades sociales en México 2020, de El Colegio de México.

En este contexto, El Diario MX publicó en su edición impresa de este jueves 24 de febrero dos noticias relativas a esta enfermedad; en la primera de ella se habla de que el Gobierno federal sigue sin subsanar el abasto de medicamentos oncológicos y en la otra sobre la disposición de la sociedad civil, a través de asociaciones, para ayudar a los pacientes tamaulipecos.

“Considerando los elevados grados de incidencia y mortalidad del cáncer, así como sus consecuencias perniciosas para el bienestar económico y social de las personas, es imprescindible que como sociedad nos preguntemos ¿cómo lograr que el sistema público de salud provea atención efectiva, oportuna y de calidad a las personas con los cánceres de mayor incidencia en México?”, continúa el informe del Colmex.

En su definición de Status Quo sobre la respuesta institucional de nuestro país ante el cáncer, el Informe advierte que los servicios de salud están fragmentados y la comunicación entre los sistemas y subsistemas es deficiente, a diferencia de lo que sucede en países como Colombia y Chile.

Asimismo, recuerda que los servicios de salud se dividen en tres sistemas: el público para personas con seguridad social, el público para personas sin seguridad social y el privado; ejemplos del primero son el Issste y el IMSS, así como servicios estatales y especializados, como los de Pemex y las fuerzas armadas.

Sobre el segundo recuerda que el actual Gobierno federal desapareció el Seguro Popular y dejó en manos de los estados brindar el servicio a la población no derechohabiente, a los cuales propuso ceder sus sistemas estatales al Insabi, para que se hiciera cargo de las personas sin seguridad social.

En este contexto, el Gobierno de Tamaulipas se negó a la incorporación al Insabi, desde su implementación, por lo que en sus manos quedaría la atención integral al cáncer, como lo hace actualmente a través del Centro Oncológico y el Hospital Infantil, entre otras instituciones.

LA REALIDAD DE LAS ONGS

Con estas referencias, los pacientes con cáncer en Tamaulipas tienen problemas de atención oportuna y de calidad para enfrentar al cáncer, por lo que asociaciones como Voluntad contra el Cáncer y Cachito de Luz trabajan junto a la sociedad civil para tratar de brindar ayuda no oficial a los enfermos de esta temida enfermedad.

“La escasez de medicamentos oncológicos en Tamaulipas acumula ya tres años, debido a las trabas que mantiene el Gobierno federal para la importación de los insumos para producirlos, pero lo más grave es que no hay visos de que esta situación vaya a regularizarse en el corto plazo”, publicó El Diario en su portada de ayer.

“Han sido tres años muy difíciles, en los que el principal problema ha sido el no suministro de los medicamentos que tiene el programa y que es una obligación del Gobierno tenerlos”, señaló Balbina Pastor Paz, presidenta honoraria de la asociación Voluntad contra el Cáncer.

Asimismo, añadió que pese a esa situación no se han detenido los tratamientos a los menores que padecen esta enfermedad, lo que agradeció “a la sociedad y a la Dirección de Hospital Infantil de Tamaulipas”.

En nota por separado, en un análisis de las noticias más recientes que otra asociación victorense da a conocer en sus redes sociales, ayer este medio publicó que “la labor altruista de las diversas asociaciones civiles no se ha detenido ni un solo día por la crisis sanitaria generada a raíz de la pandemia de covid-19”.

En un post del pasado 15 de febrero, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, Cachito de luz publicó sobre el donativo realizado al Hospital Infantil de Tamaulipas, ubicado en esta Capital.

“Hicimos entrega al doctor Ricardo Ávila Reyes, director del Hospital Infantil de Tamaulipas, la donación de 240 Botes de Peptamen Junior 1.5, el cual es un suplemento alimenticio alto en calorías, completamente basado en péptidos para la nutrición completa de niños en edades de tres a 13 años”, se lee en el mensaje, que es uno de los que más reacciones ha generado este mes en la página de Cachito de Luz en Facebook.

De ahí toma aún mayor relevancia el caso de Ponchito, el pequeño originario del municipio de Hidalgo que ha recibido 146 quimioterapias en tres años y medio, pues como él, muchos pacientes dependen de asociaciones civiles, para complementar los servicios que ofrece el Estado para combatir y vencer al cáncer.

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