Para muchos, la espera fue muy larga, sin embargo, la ilusión de volver a ver a sus familiares que se encontraban en una zona de guerra era más grande y deseaban darles la mejor de las bienvenidas, con flores y tacos, entre otros detalles.
Tras 24 horas de vuelo a las 12 con 25 minutos el avión Boeing 737-800 de la Fuerza Aérea Mexicana aterrizó la madrugada de ayer con 44 mexicanos, 28 ucranianos, 7 ecuatorianos, un peruano, un australiano y una perrita a bordo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Familiares de los 44 connacionales que llegaron en la nave esperaban ansiosos.
Solamente quiero verlo, quiero abrazarlo y quiero volver a darle la bendición así como cuando se fue; nadie se imaginó que pasaría por eso”, dijo Guadalupe Pérez Méndez, mamá de Mario Fernando Pérez, radicado en Ucrania.
Viene muy nerviosa, muy triste por la separación con su marido”, comentó por su parte Alfredo Bara, padre de Daniela Bara.
Las personas de otras nacionalidades agradecen a México el apoyo para llegar a su país, como Miguel Ángel Capuñal, ciudadano peruano que llegó a México. “Usted va a ingresar por Rumania, pues estamos haciendo las coordinaciones con la embajada mexicana en Rumania para que usted ingrese en ese vuelo y pueda viajar a México y de ahí se va a Perú”, comentó.
En la Cancillería aún trabajan para poner a salvo a cientos de mexicanos que aún se encuentran en la zona de guerra.