Tras dos semanas de dudas y críticas, Cristiano Ronaldo, el máximo goleador de todos los tiempos, apareció para marcar un triplete, con el cual el Manchester United venció al Tottenham (3-2) y mandó un fuerte mensaje al Atlético de Madrid para la Champions League.
El portugués marcó su segundo triplete con la camiseta del Manchester United, el primero desde el 12 de enero de 2008 contra el Newcastle, el número 59 de su carrera para hacer insuficiente el gol de penalti de Harry Kane y el autogol de Harry Maguire y devolver al United a los puestos de Champions League.
En la previa, Bruno Fernandes quedó fuera del encuentro por una enfermedad y habían dudas por David De Gea, que dio un falso positivo. En cuanto rodó el balón, Cristiano Ronaldo fue amo y señor del encuentro.