Alejandro Salas / Hora Cero.-
Reynosa, Tam.- No es que la chef Paula se haya quedado sin trabajo, sin embargo, los años de la pandemia le mostraron que el ámbito laboral tiene sus complicaciones, y que a la vez son una oportunidad para producir y sacarle provecho a sus habilidades, y, como dice la máxima, “sin miedo al éxito”, emprender.
Por eso, un día, Paula combinó su trabajo con la preparación y venta de galletas.
Durante algunos meses, Paula, originaria de la ciudad de México, pero avecindada en Reynosa desde 1998, cuando tenía cuatro años, combinó su trabajo formal en una empresa, con su venta de galletas estilo Nueva York.
No le iba nada mal, pero era pesado cumplir en el trabajo de unas ocho horas y dedicarle otro tiempo más a su negocio que tuvo buna aceptación.
Pero ojo, no es que Paula se haya instalado en un local o en un inmueble. No, la chica repostera egresada del Grand Cuisinier de Reynosa sabía que no tenía para invertir más que en harina, mantequilla, chocolate, huevos y azúcar y puso manos a la obra.
¿Y a dónde se fue a vender? Naturalmente, como buena chica millennial, primero abrió su página en Facebook e Instagram y, con el taller de producción en casa, ofreció repostería por encargo para entregar cerca de su hogar, al sur de la ciudad.
Pero luego decidió irse a colocar sus productos afuera del Starbooks de Plaza Real, en el bulevar Hidalgo, y así lo dio a conocer hace un año.
La Chef repostera ya tenía desde 2020 su página en Face e Instagram Moon Cookies By Paula, trabajando desde su casa y entregando productos en diversos puntos, pero desde hace un año anunció que estaría por las tardes miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo afuera de Starbucks.
Y así lo hizo. Adquirió un pizarrón, puso el nombre de su negocio, el menú de galletas estilo Nueva York, principalmente las tradicionales chispas de chocolate, los sábados de zanahoria y en ocasiones las de chocolates M&M y abordó su vehículo para enfilarse a las cercanías del Starbucks.
Ahí se le puede ver por las tardes, entre 16:30 y 19:30 o 20:00 horas.
Tiene la cajuela de su coche abierta, por ahí tiene su par de charolas, lleva los pasteles y pedidos especiales que le hacen y simultáneamente se prepara para su siguiente proyecto.
“Bueno, aquí me va bien. Yo soy mi jefa, soy la chef repostera, vendedora, etcétera, pero bien; ahora estoy ahorrando, pues lo que sigue es que tenga mi negocio de venta de café y galletas, estilo Nueva York (crujientes por fuera y suaves por dentro), pasteles y mucha repostería más”, dice Paula a Hora Cero.