En la misma jornada en la que por primera vez cuatro misiles cayeron cerca de la zona del aeropuerto de la ciudad, considerada hasta hace poco una de las pocas zonas “seguras” de Ucrania, en el corazón de Lviv, tuvo lugar una impactante manifestación de 109 cochecitos vacíos: una protesta simbólica en contra de la atroz muerte de centenares de civiles y, en lo que va de esta guerra absurda, de 109 chicos, una cifra terrible y destinada a crecer con el pasar de las horas.
Silenciosa y de lo más simbólica, la protesta tuvo lugar en la histórica Ploshcha Rynok, la vieja Plaza del Mercado, de esta ciudad declarada en 1998 por la Unesco Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Colocados sobre seis filas, los cochecitos vacíos fueron un poderoso mensaje al mundo en rechazo de la masacre de inocentes en curso desde el inicio de la invasión rusa, que comenzó hace tres semanas y para lanzar un enésimo llamado a a la comunidad internacional para que se establezca una zona de exclusión aérea, la aquí llamada “no fly zone”.