Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
La diputada de Morena, Magaly Guillermina Deandar, se acercó sigilosamente a la Mesa Directiva del Pleno y se apoderó de las carpetas con documentación perteneciente a la presidenta, Imelda Sanmiguel.
Con ello, detonó nuevamente la violencia durante la sesión ordinaria del Congreso el Estado, este martes.
Igual que la semana anterior, los diputados de Morena tomaron la Mesa Directiva del Pleno. Esta vez lo hicieron para tratar de impedir que se aprobara un punto de acuerdo con el que la Legislatura informa a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que no se desiste de las controversias 50/2021 y 70/2021, relacionadas con el desafuero del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
No les importó que en las galerías estuvieran una gran cantidad de invitados, entre ellos niños, madres de familia y doctores, que esperaban se desahogara una iniciativa en materia de salud agendada en la orden del día.
Como niña berrinchuda, Deandar se aferró a las carpetas y comenzó a caminar por el salón de Plenos, para evitar que Sanmiguel se las quitara.
“No te atrevas a tocarme, no te atrevas”, gritaba desaforada la morenista cuando se dio cuenta que, otra panista, Lidia Martínez López, amenazaba con arrebatarle los documentos.
Desde galerías, una señora le gritó: “Qué vergüenza lo que está haciendo, diputada. Da pena”.
La reynosense parecía fuera de sí. Logró llegar nuevamente hasta la Mesa Directiva, donde ya estaban instalados sus compañeros de bancada.
“Al menos dame mi carpeta personal. Quédate con el resto, si quieres”, le gritaba indignada Sanmiguel Sánchez, mientras el diputado Luis René Cantú Galván le sugería a gritos: “Acúsala de robo”.
Fue entonces que la morenista pareció entrar en razón. Optó por devolver solamente los documentos personales de la Presidenta.
También se dio una acalorada discusión por parte de varias diputadas morenistas con el diputado del PAN, Carlos Fernández Altamirano, cuando este gritaba, “así es Morena. Véanlos”, a lo que aquellas le respondían: “Devuelve los 95 millones de pesos que te robaste (como titular del Instituto Tamaulipeco del Deporte).
El hecho ocurrió durante un receso del Pleno legislativo, que había sido decretado precisamente para que todos los diputados se empaparan del contenido de la iniciativa de punto de acuerdo, presentada por el panista Félix Fernando García Aguiar, con la que se solicitó a la SCJN pronunciarse a fondo sobre el tema del desafuero.
Tras el incidente entre Deandar y Sanmiguel, los legisladores del partido guinda se mantuvieron en poder de la Mesa Directiva, impidiendo la reanudación de los trabajos.
Mientras eso ocurría, los panistas esperaron pacientemente a que los morenistas superaran su enojo, lo cual ocurrió casi 40 minutos después.
Al final, la iniciativa panista fue aprobada con una votación muy apretada. De los 36 diputados solamente 18 la respaldaron, pero con ello fue suficiente. Previo al nuevo enfrentamiento entre morenistas y panistas, la sesión ya pintaba para tornarse violenta.
Y es que, cuando apenas iniciaban los trabajos parlamentarios, llegaron a tribuna un grupo de unos 30 militantes del PRD, en su mayoría mujeres, quienes llevaban la consigna de arremeter contra la coordinadora de los diputados de Morena, Úrsula Patricia Salazar Mojica.
Las perredistas entraron al Palacio Legislativo barriendo el patio y las escaleras, “porque hay que barrer la corrupción”.
Con gritos de “diputada moches” y “Lady moches”, y con pancartas con leyendas como: “Familia de López Obrador, corrupta”, las manifestantes exigieron a la también sobrina del presidente Andrés Manuel López Obrador que pida licencia para aclarar el audio que circula en redes, donde presuntamente pide un moche a un proveedor.
Fue evidente que se trató de una manifestación manipulada. Algunas de las participantes ni siquiera conocían a Salazar Mojica. No aguantaron mucho. Se retiraron a los 20 minutos.
En el apartado de dictámenes, la sesión se relajó. Pareció que el acaloramiento entre los legisladores se había enfriado. Incluso, en algún momento los 36 diputados se unieron para aprobar una iniciativa en materia de salud, para beneficiar a pacientes con diabetes.
Hasta hicieron un receso para tomarse una fotografía con un grupo de enfermos y médicos que habían esperado el momento.
Sin embargo, cuando se abrió la etapa de Asuntos Generales, vino la panista Myrna Edith Flores Cantú, para encender de nuevo la mecha, al arremeter contra Úrsula Salazar Mojica, la coordinadora de la bancada de Morena y sobrina del presidente, Andrés Manuel López Obrador, por el audio en el que presuntamente le pide moches a un proveedor.
“Aunque lo niegue, es su voz. Su doble moral y actos de corrupción han quedado evidenciados. La reto. Voy a traer a un especialista certificado para demostrarle que es su voz”, le dijo, mientras era flanqueada por todos sus compañeros del Grupo Parlamentario del PAN.
Salazar Mojica pidió turno para responder y defenderse. Le concedieron solo tres minutos, porque así lo establece una reforma impulsada por la misma bancada de Morena.
De los 16 diputados morenistas, solamente 13 la acompañaron a la tribuna. Los otros tres, Leticia Vargas, Consuelo Lara y Jesús Suárez Mata, se quedaron en sus curules, en señal de que no la respaldaban.
La defensa de la tampiqueña fue bastante débil. Repitió lo que ha venido argumentando. Que el audio es parte de una guerra sucia en su contra, para desprestigiarla y dañar su imagen. Luego advirtió que presentará una denuncia por violencia política de género.
Pidió investigar un audio del ahora candidato del PAN, PRI y PRD a la gubernatura, el cual hizo sonar en el recinto. Para su mala fortuna se le habían terminado los tres minutos, por lo que la presidenta de la Mesa Directiva, Imelda Sanmiguel Sánchez, ordenó que le cortaran el micrófono del recinto y dio por terminada la sesión.
Los morenistas se quedaron hablando solos.