diciembre 14, 2024
Publicidad

‘Devuelve la vida’ a árboles muertos

abril 16, 2022 | 588 vistas

Feliciano Diéguez / Líder Web

Nuevo Laredo, Tam. -Se siente agradecido con Dios, por el don que le dio para subsistir, el saber tallar la madera para hacer figuras impresionantes.

Él es Christopher Alejandro Vargas Vargas, quien tiene 24 años de edad y es originario de Tulancingo, Hidalgo, quien comenta sobre su trabajo.

“Nosotros aprovechamos los árboles que se encuentran en los terrenos ya talados y que muchas veces la gente los tira, aprovechamos la madera para darle un buen uso, con estos troncos hacemos figuras de Divinos Rostros, Jesucristo, San Judas, Vírgenes de la piedad, animales y muchos más”, comentó el artesano.

El tallar madera es una herencia que viene desde sus abuelos, padres, tíos y hermanos. Él se inició a los nueve años de edad, tallando figuras rústicas y poco a poco llegó a hacer las que exhibe y vende en la calle Guerrero y Lincoln.

Las herramientas que utilizan son la motosierra para rebajar y dar volumen a la figura, luego el esmeril y lijas para rebajar aún más, las gurbias para darle los detalles y, finalmente, lijas para pulir el trabajo.

“Es un trabajo que tiene su valor. Por ello, los divinos rostros pequeños tienen un costo de 400 pesos, los más grandes 4 mil 500 pesos, hay unos de mezquite en ese valor, pero las figuras más grandes talladas en una sola pieza, cuestan algunos en 16 mil pesos y otros en 20 mil, todo de acuerdo a la figura”, añadió Alejandro.

Se siente agradecido con Dios por este don que le dio para subsistir, es algo que le gusta mucho hacer. En Nuevo Laredo les ha ido bien, y a la gente le gusta mucho su trabajo, especialmente a los extranjeros que son quienes les han comprado varias piezas.

Espera que más personas los visiten en esa esquina y disfruten de las figuras. Así nos despedimos de Alejandro, quien le daba color a un San Judas aplicando cera para protegerlo. Cierto, hay figuras que en interiores pueden durar toda la vida, pero si se tienen en exteriores hay que cuidarlas porque se pueden dañar.

Comentarios