Diego López Bernal
La inflación a tasa anual sigue aumentando en el país y en la primera quincena de abril se disparó hasta 7.72 por ciento, tras registrar una variación de 0.16 puntos en la primera mitad del cuarto mes del año, respecto a la quincena anterior, de acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Para no variar los productos agrícolas indispensables en las cocinas de las amas de casa mexicanas fueron los principales causantes de este pico de la inflación en plena Semana Santa.
El “calvario” de las familias mexicanas en la primera quincena de abril fueron el tomate (jitomate) y el chile serrano, esos que no pueden faltar para la típica salsa roja, los cuales aumentaron 16.65 y 15.16 por ciento, respectivamente.
Y si el gusto para el paladar en estas vacaciones fue el guacamole con su tradicional pico de gallo, entonces salió también bastante caro porque el aguacate tuvo un aumento considerable, de 4.73 por ciento, antes del incremento desmedido de los días recientes, de lo cual el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi) dará cuenta oficialmente hasta dentro de 15 días.
Para rematar, los productos y servicios de aumentos con mayor incidencia en la primera quincena de abril lo resintieron los sufridos vacacionistas, quienes padecieron su viacrucis con el incremento de 9.36 por ciento en los servicios turísticos en paquete.
En esta primera quincena del presente mes una ciudad tamaulipeca se ubicó como la segunda con más inflación en todo el país; los habitantes de la tres veces heroica Matamoros tuvieron que soportar un incremento de 1.15 por ciento, que contrasta con el 0.16 promedio nacional.
Por el contrario, los tampiqueños vieron cómo se redujeron 0.95 por ciento los precios en la ciudad y puerto, fenómeno que solo se presentó en pocas urbes de México.