septiembre 20, 2024
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mayo 3, 2022 | 82 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

Cd. Victoria, Tam.-
“Las unidades de información y estadística de las secretarías de seguridad pública y de las fiscalías son el eslabón más débil del sistema de procuración de justicia”, denunció la organización no gubernamental “México Evalúa”.

Atribuyó a esa debilidad institucional la muerte de la joven Debanhi Escobar, en Nuevo León.

“La muerte de Debanhi pudo evitarse. Como se podrían prevenir los diez asesinatos de mujeres que ocurren cada día en este país, si las instituciones funcionaran razonablemente bien, si cumplieran con lo básico, que comienza con el procesamiento de la información”, advirtió.

Recordó que esa debilidad institucional es una enfermedad crónica para la que nadie se ha esforzado en hallarle cura.

“Estoy convencida: esas muertes pueden evitarse. En México Evalúa tenemos muchos años trabajando y aprendiendo sobre los temas de seguridad y justicia y, créanme, sí existen modelos de intervención para prevenir las muertes violentas”, indicó.

Y añadió: “Se puede, porque la mayoría de esas muertes están asociadas a patrones o conductas que van dejando huellas, o existen contextos o factores de riesgo que aumentan su probabilidad”.

Sin embargo, insistió, el problema está en la incapacidad y apatía de las autoridades para recopilar información y elaborar una base de datos confiable que les permita hacer un eficiente y eficaz trabajo de prevención.

“Un feminicidio es una expresión extrema de violencia que presumiblemente tuvo antecedentes que pudieron plasmarse en algún registro administrativo, que acabó por extraviarse. Si este registro hubiera sido parte de una base de datos robusta, susceptible de ser analizada, podría haber detonado una alerta. Los sistemas de información deben servir para justo eso: establecer riesgos, detonar alertas y servir como base para descifrar patrones o hacer diagnósticos con el fin de intervenir”, refirió.

“México Evalúa” concluyó en que hay mucha información que llega a la autoridad, pero ésta se desperdicia. Existen muy pocas capacidades en las instituciones para realizar registros que se conviertan en información útil para la toma de decisiones.

“Por eso es que no entendemos el fenómeno de violencia contra las mujeres, y que instituciones que se dicen bien dotadas reaccionen de manera estúpida frente a fenómenos o casos que irrumpen. Las instituciones son tontas mientras no actúen con base en información. A menos de que, aun contando con ella, protejan el statu quo o encubran a alguien o una red de alguienes… No sé qué podría ser peor”, acusó.

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