Diego López Bernal
Aunque en principio pudiera pensarse que la idea de celebrar un “día sin dietas” pudo ser producto de alguien harto de las restricciones por no comer tal o cual antojo y, por tanto, tener la oportunidad dar rienda suelta a su apetito, esta conmemoración nace por un pensamiento en realidad más sano.
Y aunque te resulta aún extraño, sí existe el Día Internacional sin Dietas y El Diario de Victoria te explica cómo, cuándo y por qué nace, el cual fue a iniciativa de Mary Evens Young, una mujer inglesa que padecía anorexia.
Fue en 1992 cuando un día vio en la televisión un programa sobre cirugía para quitar la obesidad y luego se enteró del suicidio de una chica de 16 que había sido víctima de bullying por su sobrepeso; estas circunstancias la llevaron a cambiar por completo su vida y crear un evento para combatir estos problemas.
Asimismo, su objetivo fue recordarle a la sociedad y al mundo entero lo necesario que resulta llevar una dieta sana y equilibrada, así como advertirles que ciertas dietas pueden resultar muy peligrosas para la salud y que se debe luchar contra el culto a la delgadez y la “gordofobia”.
La primera jornada se llevó a cabo un 6 de mayo; Mary convocó a todo el que quisiera sumarse al evento en el Hyde Park de Londres; la idea era realizar un picnic basado en alimentos saludables y hablar de dietas malsanas y problemas para adelgazar. Como ese día llovió, la mujer invitó a los participantes a celebrar la jornada en su casa.
A partir del año siguiente otros países se sumaron al evento, que finalmente acabó teniendo un cariz internacional, al grado de contar con un símbolo de reconocimiento: una cinta azul cruzada; desde entonces se celebra cada seis de mayo.
Por lo regular en el Día Internacional sin Dietas lugar se organizan charlas, comidas compartidas, foros y muchas actividades más, con el objetivo principal de advertir a las personas a cerca del peligro para la salud que entrañan algunas dietas para adelgazar, especialmente aquellas que se proclaman como “milagrosas”.
Así que ya lo sabes, es mejor vivir sin dietas… pero de las mundialmente mejor conocidas como “milagrosas”.