abril 25, 2024
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mayo 17, 2022 | 176 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

Cd. Victoria, Tam.-
El sistema IMSS-Bienestar carece de infraestructura y recursos humanos para garantizar a los mexicanos el acceso universal a la salud, por lo cual estará destinado a correr la misma suerte del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que con apenas dos años de vida ya se ha dado por muerto, advirtió la organización no gubernamental, “México Evalúa”.

“La transición del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) prometía resolver los problemas eternos en los servicios de salud: falta de medicamentos, cobertura limitada, pocas consultas, etcétera. Sin embargo, la atención en salud no mejoró, sino que empeoró. Con apenas dos años de vida, ya se ha dado por muerto al Insabi”, señaló.

Detalló que ahora la esperanza de garantizar, por fin, el acceso universal a la salud se ha puesto en el sistema del IMSS-Bienestar, un modelo probado, con Reglas de Operación (ROP), enfoque principalmente rural y con una historia que se remonta a 1979.

“Esto, sin duda, debería ofrecer una oportunidad para mejorar la administración, transparencia y gobernanza de los servicios de salud para las personas más vulnerables en México. No obstante, hay evidencia de sobra que nos hace dudar si será posible en la práctica. No bastará con cambiar de marca y pintar la fachada”, sentenció.

Y detalló algunas de las razones de su desconfianza.

“Si bien para este año el IMSS-Bienestar presenta un considerable aumento presupuestal, parece difícil que esto baste para solventar los problemas que viene arrastrando, y menos aún para asumir la difícil tarea de hacer bien lo que el Insabi no pudo: garantizar el acceso universal a la salud en México”.

De entrada, dijo, sin un plan extenso de inversión y mejoras en la gobernanza del programa, el IMSS-Bienestar estará destinado a la misma suerte del Insabi.

“México Evalúa” refirió que el IMSS-Bienestar ya no es lo que era hace algunos años.

En los últimos años, IMSS Bienestar ha sufrido un declive en sus indicadores operativos, como número de consultas, equipamiento e infraestructura.

Además, solamente tiene presencia en mil 358 municipios del país, que representan el 54 por ciento del total, y solamente en 19 entidades, lo que obligará al Gobierno federal a invertir mucho dinero y diseñar un plan de acción impecable para que funcione.

Los 13 estados donde hasta 2021 no operaba son: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco y Tlaxcala.

Otro problema es que desde 2014 no ha construido nuevos hospitales.

“Las primeras señales no son buenas: aunque para 2022 el programa presenta un presupuesto 74 por ciento mayor, alrededor de diez mil millones de pesos, en comparación con 2021, este incremento representa tan sólo el diez por ciento del total de recursos del Insabi, que sumó 103 mil millones de pesos en el último año de operación”, indicó.

Las conclusiones de la ONG son: “El IMSS-Bienestar es una “franquicia” conocida en materia de salud, por lo que es entendible que su aplicación en los centros administrados por el malogrado Insabi genere buenas expectativas.”

“Sin un plan extenso de inversión y mejoras en la gobernanza del programa, el IMSS-Bienestar estará destinado a la misma suerte del Insabi”.

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