LOS ÁNGELES, EU, mayo 23 (Agencias)
La película “Top Gun” fue la producción que estableció al actor Tom Cruise como una gran estrella dentro de Hollywood; esta historia llegó a la mente del productor Jerry Bruckheimer en 1983 mientras hojeaba la edición de mayo de la revista “California”.
Fue ahí en donde vio un artículo que llamó su atención: “Top Guns” decía el titular, con una gran fotografía del interior de la cabina de un avión de combate F-14. La historia comenzaba: “El dos de marzo y a 40 mil pies sobre California, siempre es mediodía”.
Aunque todo esto suena como algo que sucedió hace mucho (algo que es real porque ocurrió hace casi cuatro décadas), la historia protagonizada por Cruise e impactantes aviones militares sigue siendo un referente en los filmes de acción, por eso su secuela tiene emocionados a millones de cinéfilos.
Tras permanecer engavetada durante dos años debido a la pandemia, “Top Gun: Maverick” vuela a toda velocidad hacia un nuevo mundo. En la película, dirigida por Joseph Kosinski, hay una nueva misión que ganar y combates aéreos que librar. Pero esta vez, la tarea de “Top Gun” se siente aún más importante.
Y es que esta “Top Gun” está aquí para demostrar, en un mundo de CGI (gráficos generados por computadora) y de Marvel, que una marca de cine propulsora impulsada por el poder de una estrella, los efectos prácticos y la destreza cinematográfica todavía puede convocar la necesidad de adrenalina.
Paramount Pictures, que se abstuvo de estrenar “Top Gun: Maverick” en un servicio de streaming, ha puesto un empeño de grado militar detrás de esta secuela. Tras comenzar a bordo del portaaviones USS Midway en San Diego, hacer una gira promocional con paradas en el Festival de Cine de Cannes y un estreno real en Londres, la cinta, finalmente, llega a los cines.
