Esta es una película casi clase de serie B, a la que la estrella de acción y aventura Lian Neeson le aporta su aplomo como héroe de acción ya veterano y la saca de la intrascendencia a la que parece dirigirse. En la sinopsis de esta historia, un asesino a sueldo descubre que se ha convertido en un objetivo después de que se niega a completar un trabajo para una peligrosa organización criminal.
Él tiene las habilidades para mantenerse a la vanguardia, excepto por una cosa: sufre una grave pérdida de memoria que afecta todos sus movimientos. Y es que vuelve Liam Neeson con otro thriller de acción y venganza ambientado en un mundo cruel e injusto, algo próximo a la mítica saga de “Búsqueda Implacable” (2008/2011/2014) que fue fundadora de una nueva etapa de este género fílmico.
En lo que no es difícil interpretar como una nueva etapa del personaje de Bryan Mills, el héroe de acción de aquella serie de películas, Neeson realiza en “Asesino sin memoria” una actuación que sostiene algunas de las cualidades más intimidantes de dicho personaje, pero que también introduce una faceta nueva, más vulnerable, puesto que el asesino a sueldo que protagoniza la historia es un hombre de edad avanzada y que padece además algunos síntomas de una creciente enfermedad como lo es el Alzheimer.
El concepto detrás del personaje es bastante interesante, y lo que resulta más atractivo del largometraje del competente cineasta Martin Campbell es la interpretación del actor británico, al que le dan escenas suficientes para trabajar estos matices, y lo hace realmente bien. La película nos muestra, entonces, dos tramas simultáneas vinculadas a una serie de crímenes: por un lado nos posicionamos desde el lugar de un sicario que, en uno de sus trabajos, se niega a asesinar a una menor y, tras enterarse de que detrás de ese encargo yace todo un sistema de tráfico infantil, deviene justiciero y vengador.
Por el otro lado, tres policías del FBI intentan resolver la serie de homicidios que comienzan a sucederse, mientras las estructuras de poder económicas y políticas involucradas limitan su capacidad de acción. Una narración sencilla y nada novedosa si le quitamos el componente del Alzheimer del personaje de Neeson, que es lo que la película utiliza para distinguirse de tantas otras iguales, desde su título y sus materiales promocionales. Sin embargo, la cuestión de la pérdida de memoria resulta prácticamente inconsecuente para el desarrollo de la trama, y esta es una pata que sin duda falta en “Asesino sin Memoria”.
Si plantear la existencia algo contradictoria de un asesino a sueldo que al mismo tiempo es un pobre tipo con Alzheimer buscando algo de redención es una de las cosas que hay que hacer con la premisa, la otra es intentar utilizar la condición de “punto de vista no confiable” (que deriva de la noción de narrador no fiable para enriquecer la trama a partir el cómo y el qué de la información que recibe el espectador y desde los potenciales elementos simbólicos y metafóricos que se desprenden del concepto. En este sentido, “Asesino sin Memoria” es casi una película decepcionante).
Lo es, también, desde varios de sus aspectos técnicos, principalmente varias actuaciones al nivel de una película de bajo presupuesto, a excepción del ya mencionado Neeson y de Guy Pearce, que encarna correctamente a un personaje pobremente escrito porque me pregunto si el casteo tendrá algo que ver con su interpretación de un investigador con problemas de memoria en la muy celebrada cinta “Memento” (2000), pero también con una edición/montaje y una dirección poco inspirados, salvo por una buena escena final. Es difícil recomendar “Asesino sin Memoria”, pero el trabajo de uno de los más grandes héroes de acción modernos termina por elevarla bastante más alto de lo que merece.
En definitiva, “Asesino sin Memoria” (Memory) tiene un elenco y un director bastante competente. La película dura casi dos horas y su trama se siente algo sobrecargada y con falta de equilibrio. Aun así, la audiencia sabrá exactamente lo que está consumiendo, que no es otra cosa que otra película entretenida de Liam Neeson. Le otorgo un 7.5 de calificación personal a esta producción cinematográfica que siguiendo los pasos de Charles Bronson, Bruce Willis y Nicolas Cage, Neeson ha preferido dejar a un lado los retos actorales para conformarse con una serie de cintas de acción.
Películas que si bien no son tan mediocres, sino más bien solo simplemente buenas y correctas, en realidad no le aportan nada al género de acción y aventura ni a su carrera. En menos de un año y medio, Neeson protagonizó cuatro de esas cintas con “El Protector”, “Riesgo Bajo Cero”, “Venganza Implacable” y “Operación Luz Negra”. Ahora llega una quinta cinta bajo el título de “Asesino sin memoria”, porque a sus sesenta y nueve años de edad, Neeson debería seguir los pasos del personaje que encarnó en su anterior filme “Operación Luz Negra”.
Y es que antes de pensar en retirarse, este gran actor de origen irlandés debería dejar el cine en medio de una gran explosión y no con unas cintas que apenas generan una pequeña chispa. Puede que crean que esta es una más de las entretenidas, pero poco originales películas de la saga venganza, la mayor gloria de Liam Neeson. Si es así, se equivocan… Pero no lo lamentarán ya que Neeson retorna con otro papel a su medida, que, si bien “Asesino sin Memoria” tiene una narrativa desequilibrada, supera a los últimos trabajos fílmicos del veterano actor.