La cantante Britney Spears y su novio Sam Asghari se dieron ayer el sí durante una ceremonia privada e íntima en el patio de su casa en Los Ángeles, California.
De acuerdo con informes, el único familiar que habría asistido a la ceremonia fue el hermano de la princesa del pop, Bryan Spears.
Tras del pleito para abolir y anular la abusiva tutela de su padre James Spears, ni él ni la madre fueron invitados, mucho menos la hermana menor, Jamie Lynn Spears, quien reveló en su autobiografía supuestos abusos físicos y psicológicos de Britney.
El vestido de novia fue diseñado por Donatella Versace, con una manga de casquillo fuera del hombro y una abertura en forma de V en la pierna. Britney completó su look con joyería de Stephanie Gottlieb y maquillaje de Charlotte Tilbury.
Algunos de los invitados fueron: Selena Gomez, Paris Hilton, Madonna, Kate Hudson, Gwyneth Paltrow y Drew Barrymore, entre otras, de acuerdo con una fuente cercana a la pareja. Se calculó que hubo entre 60 y 100 asistentes.
El enlace tuvo un episodio temprano tras la invasión del primer marido de la intérprete, Jason Alexander, quien realizó un live streaming para mostrar a sus seguidores cómo se colaba a la fiesta y gritando que estaba ahí para “arruinar la boda”.
Fue sometido por elementos de seguridad. El abogado de Britney, Mathew Rosengart, dijo que estuvo en contacto con las autoridades para que el allanamiento sea castigado con todo el peso de la ley. También se reportaron conductas agresivas y una evidente mala salud mental.
Alexander fue procesado por los cargos de allanamiento a propiedad privada, vandalismo y dos agresiones hacia el equipo de seguridad de la intérprete; también tenía una orden de arresto por robo en otro condado y fue puesto bajo custodia.
Jason y Britney estuvieron casados 55 horas luego de una juerga en la ciudad del pecado.
Sus hijos Sean Preston y Jayden James tampoco asistieron. Ellos son producto de la relación de la cantante y Kevin Federline, unidos por matrimonio de 2004 a 2007. El abogado de su ex esposo manifestó que, pese a no asistir, están felices por un paso más de Britney a la felicidad.
Kevin cree que es un paso positivo para ella después de liberarse de la tutela, construyendo un futuro saludable y feliz”, agregó el defensor. La pareja se divorció por problemas con el consumo de drogas de Federline, según reveló el documental de Netflix, Spears vs. Spears.
Su nuevo esposo, Sam y Britney se conocieron durante el rodaje de Slumber Party. Desde ese entonces han estado juntos, comprometiéndose en septiembre del año pasado con un anillo que él le dio al amor de su vida, cuyo costo es de 70 mil dólares.
La compañía encargada del aro fue Diamonds NY, empresa que felicitó y mostró al mundo la piedra diseñada en colaboración con el entonces novio.
Apenas el 15 de mayo pasado dieron a conocer que Britney tuvo un aborto espontáneo, por lo que perdieron a su bebé.
Con información de: excelsior.com