diciembre 13, 2024
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julio 11, 2022 | 119 vistas

COLOMBO, Sri Lanka, julio 10 (Agencias)

La crisis económica que azota Sri Lanka desde hace meses desencadenó en un movimiento de protesta sin precedentes desde la independencia de la isla en 1948, que tuvo su punto culminante el sábado con la invasión de la residencia presidencial y la promesa de dimisión del mandatario Gotabaya Rajapaksa.

Presidente desde 2019, Gotabaya Rajapaksa (73 años), forma parte del clan que gobierna la vida política esrilanquesa desde hace décadas.

El líder del clan, su hermano Mahinda (76 años), fue presidente del país de 2005 a 2015. Una década en el que la deuda del país con China aumentó a golpe de faraónicos proyectos de infraestructuras y sospechas de corrupción.

INVADEN EL PALACIO

El sábado y luego de soportar una dura crisis, los ciudadanos se armaron de valor e irrumpieron en el palacio presidencial de Sri Lanka, manifestando que no se irán hasta que el presidente Gotabaya Rajapaksa salga del poder de forma efectiva.

Ayer, muchos de ellos esperaban su turno para sentarse en la silla del Presidente y sacarse una foto, mientras que en la planta baja, niños y padres aprovechaban el momento para tocar el piano de cola.

Según el presidente del Parlamento, el mandatario “dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio” para “garantizar una transición pacífica.

El palacio presidencial, que data de la era colonial, simboliza la autoridad del Estado desde hace más de 200 años, pero el domingo, tras la huida de su ocupante, se instaló en él “el poder del pueblo”.

En el imponente parque “Gordon Gardens”, familias enteras están de picnic, junto a monjes budistas con sus vestidos tradicionales naranja. Otras descansan en los 35 escalones que llevan al edificio.

Algunos voluntarios ofrecen comida tanto a los manifestantes como a las fuerzas de seguridad.

En el interior del palacio, los manifestantes se asombran con el aire acondicionado y los suelos de mármol.

“Cuando los dirigentes viven con tanto lujo, no tienen ni idea de cómo se las arreglan los plebeyos”, opinó el monje Sri Sumeda, tras recorrer 50 kilómetros para visitar el palacio por primera vez.

Para él, “esto muestra lo que se puede hacer cuando la gente decide ejercer su poder”.

Sri Lanka lleva meses soportando la escasez de alimentos básicos, medicamentos, cortes de luz y una inflación desatada, después de que el país agotara sus reservas de divisas que son necesarias para las importaciones.

Gotabaya Rajapaksa, de 73 años, huyó el sábado por una puerta trasera del palacio, ayudado por los militares.

Algunos minutos después, una muchedumbre de manifestantes irrumpió en el palacio, desafiando las fuerzas de seguridad, armadas con munición real, gases lacrimógenos y cañones de agua.

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